La decisión del Gobierno central no sorprendió a los presidentes autonómicos

"El Gobierno central está en una situación imposible, insostenible y, por esta razón, comprendo la convocatoria inmediata de elecciones, aunque no dejo de pensar que la precipitación tiene mucho de maniobra", manifestó el presidente del Gobierno vasco, Carlos Garaikoetxea, tras conocer la noticia de la disolución de las Cortes, decidida por Leopoldo Calvo Sotelo en el Consejo de Ministros de ayer. Teniendo en cuenta la "imposibilidad de gobernar de UCD" el lendakari considera que esta disolución era "un hecho insoslayable" aceptado con tranquilidad por los nacionalistas vascos, pese a que Carlos Garaikoetxea reiteró que su deseo hubiera sido agotar la legislatura normal.El presidente de la Xunta gallega, Gerardo Fernández Albor, manifestó la misma contrariedad ante la decisión del Gobierno de UCD de cerrar las Cámaras anticipadamente, lamentando, además, que esta decisión se produzca poco antes de la anunciada visita del Papa. Por otra parte, Fernández Albor señaló también que en su opinión sería preferible abordar al mismo tiempo las elecciones generales, las municipales y las regionales que faltan porque "considero que no es bueno realizar tantas consultas por separado".

La opinión del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, es, sin embargo, relativamente favorable a está decisión de Madrid: "La convocatoria de elecciones generales erá probablemente inevitable dada la situación política del país", dijo el presidente del Gobierno autónomo catalán. "Por otra parte, se produce sólo un adelanto de cuatro meses. Esto es frecuente en muchos países democráticos. De hecho, se puede considerar que la actual legislatura ha estado prácticamente agotada, hecho que indudablemente es un buen síntoma de consolidación democrática".

Rafael Escuredo, presidente de la Junta de Andalucía, no pudo ser localizado ayer por este periódico. Un portavoz autorizado de la Junta señaló que la decisión del Gobierno de Calvo Sotelo no interferirá el trabajo de constitución de un Gobierno andaluz, para lo cual manifestó su deseo de que el Gobierno central sea comprensivo con las decisiones ya tomadas por el ejecutivo andaluz.