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El derechista Bechir Gemayel, elegido presidente de Líbano

El santuario que durante doce años tuvo en Beirut la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) se vacía lentamente de milicianos en una operación histórica de evacuación, que, en su tercer día se vio retrasada por la explosión de un cochebomba. En pleno proceso de diáspora palestina, Líbano cuenta desde ayer con un nuevo presidente electo. Bechir Gemayel, de 34 años, comandante de las Fuerzas Libaneas (milicias cristianas unificadas), fue elegido por los diputados libaneses con ausencia de representantes musulmanes.

La elección del líder ultraderechista se efectuó en la segunda vuelta, gracias a la existencia en el Parlamento del quórum justo de 62 diputados. Gemayel recibió el voto de 58 diputados en la primera vuelta, lo que resultó insuficiente para la elección, que exigía los dos tercios del total de la Cámara, 92 diputados. Pocos minutos después se repetía la votación, en esta ocasión con la exigencia de mayoría simple (47 diputados), que concedió la victoria a Gemayel, un candidato contestado por la comunidad musulmana libanesa, chiitas y sunitas.La primera reacción a la elección de Gemayel en el sector oeste, tres horas después de la votación, fue la de dinamitar la casa del diputado Fuad Lahud, jefe de la comisión parlamentaria de Defensa y último diputado en acudir a la sesión electoral. De no haber sido por él no se hubiese alcanzado el quórum y la elección presidencial se habría aplazado. Musulmanes y progresistas han amenazado a todas las propiedades de quienes han participado en esta elección. Tres potentes cargas de dinamita dejaron reducida a la nada la mansión de Lahud. Ya en la noche del pasado domingo fue herido de gravedad el diputado Hasan Rifahi, quien había expresado su propósito de boicotear la elección de Gemayel. Las sospechas sobre la autoría de esta acción recaen sobre los seguidores falangistas del recién elegido presidente.

El presidente electo, que deberá entrar en funciones el próximo 23 de septiembre en sustitución de Elías Sarkis, declaró que el futuro debe ser el consenso nacional y la salvaguarda de la integridad de Líbano.

Coche-bomba

Después del retraso en la partida del segundo contingente de palestinos, con destinó a Tunicia, en la noche del domingo, ayer hizo explosión, sin causar heridos, un coche-bomba cerca del estadio. El atentado se produjo quince minutos antes de que se pusiera en marcha el convoy con unos mil evacuados, que partirían hacia Yemen del Sur, vía canal de Suez. Fuerzas de seguridad de la OLP rastrearon el trayecto previsto para el convoy y, al no encontrar nada sospechoso, autorizaron la salida de la comitiva una hora después de la explosión.

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Las escenas de ruidosa y peligrosa despedida, con disparos al aire -ha fallecido la miembro de la Cruz Roja Internacional Renée Salamaeh, a consecuencia de una bala perdida-, se reanudaron en todo Beirut oeste.

Los disparos de las armas automáticas quedaban acallados, a veces, por las explosiones de cartuchos de dinamita, disparos de ametralladoras antiaéreas y de lanzagranadas RPG.

Alrededor de mil combatientes palestinos, pertenecientes a Al Fatah, Frente Popular para la Liberación de Palestiina (FPLP), de Georges Habache, y combatientes del Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), de Nayef Hawatmeh, se encaminaron ayer hacia Yemen del Sur.

De acuerdo con el plan de evacuación, más de un millar de hombres embarcarán hoy, con destino al puerto noryemení de Hedeida, en el mar Rojo, y mañana un nuevo grupo se dirigirál a Sudán, cuyas autoridades han expresado la intención de acoger a un número de palestinos superior. a los seiscientos fijados anteriormente.

Cuando los primeros contingentes palestinos han. alcanzado sus bases de refugio en Jordania e Irak, la Prensa de algunos países árabes, especialmente la del golfo Pérsico, pone en guardia a los Estados receptores de los evacuados sobre el peligro de que los milicianos sean encerrados en jaulas de oro, que imposibiliten sus acciones futuras. Ello supondría, dicen, dar la razón a Israel, cuyos medios de comunicación insisten, desde el comienzo de la operación de salida, en el éxito militar y político que representa para Tel Aviv la invasión de Líbano, como medio de decapitar a la dirección de la OLP.

Sin embargo, el aniquilamiento físico de la dirección de la resistencia palestina es, una entelequia y sus líderes repiten las declaraciones sobre la reanudación de las acciones guerrilleras contra Israel. El número dos de la OLP, Abu lyad, declaró explícitamente que la guerrilla "emprenderá tales acciones en los territorios ocupados que se le pondrán los pelos de punta a Beguin". Tales intenciones belicistas han sido corroboradas por Hawatmeh, quien manifiesta que los combatientes "tendrán un descanso temporal, antes de reagruparse en las fronteras de los territorios ocupados".

La coordinación de las futuras operaciones de los palestinos dependerán de un posible Gobierno en el exilio, que se establecerá en Tunicia, con Yasir Arafat a su cabeza y los Ministerios de Interior y Asuntos Exteriores en manos, respectivamente, de lyad y Faruk Kadumi.

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