La trastienda del Vaticano
En las conversaciones telefónicas entre Flavio Carboni y Roberto Calvi, cuando éste estaba ya hundido y desesperado, se creía abandonado de los políticos y del Vaticano y se sentía abrumado por las deudas que su banco había contraído precisamente por ayudar a los mismos de los que se sentía traicionado, se habla explícitamente del Vaticano. En ellas se revela cómo la amistad entre Calvi y Paul Marcinkus había sido muy íntima, hasta el punto que se tuteaban, aunque en los últimos tiempos, como dejan traslucir las conversaciones registradas actualmente en manos de la comisión, las relaciones no eran idílicas:"Le he dicho a Marcinkus", dice Calvi a Carboni, "que esto no termina aquí. Y si llego a saber que tú das dinero a Solidaridad, te juro que del Vaticano no quedará piedra sobre piedra".
Menos idílica aún era la relación con el ex secretario particular de Pablo VI, Luigi Macchi: "Tuve una conversación con el padre Macchi", afirma, "fue en su casa. Merecía que le hubiera dado una patada en el culo. No quedará ni una piedra, le grité".
Según manifiesta Calvi en sus conversaciones con Carboni el patrimonio del Ambrosiano controlado por el Vaticano era enorme, nada menos que 10.000 millones de dólares (1,14 billones de pesetas).
Para sacar, las castañas del fuego al Banco Ambrosiano, añade Calvi, el Vaticano debería, empezar a vender en lotes de mil millones de dólares cada vez. El banquero asesinado/suicidado dice también que ni el Vaticano sabe quiénes son los verdaderos propietarios de gran parte de las acciones del banco.A Licio Gelli y la logia Propaganda 2 los relaciona con el tráfico de armas. "Estas acciones están en manos de sociedades miserables que el Vaticano considera mafiosas, como Sindo'na".. Pero su gran enemigo en el Vaticano es, según Calvi, el secretario de Estado, cardenal Agostino Cassaroli. Dice Calvi: "En el Vaticano existe una guerra entre Cassaroli y Marcinkus... Existe una verdadera mafia cuyo jefe es Cassaroli, quien controla, todo. No puedes mandar nada al Papa, porque Cassaroli lo para todo". Según Calvi el Papa había dicho últimamente: "Dejemos todo este asunto en manos del cardenal "Cassaroli".
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