La impuestos indirectos superarán a los directos en 1983, por primera vez desde la reforma fiscal

El anteproyecto de Presupuestos del Estado para 1983 preveé mayores subidas en la recaudación de impuestos indirectos que en los directos, por tercer año consecutivo, hasta el punto de que la primera superará de nuevo a la segunda por primera vez desde la reforma fiscal de 1977. Los técnicos de Hacienda que lo han elaborado cuentan con la revisión de los precios de la gasolina antes de que termine este año, así como con las de algunas labores de tabaco y las tarifas postales para el próximo. Las notas dominantes serán, sin embargo, prolongación del presente ejercicio: una moderada recaudación por renta de las personas físicas, y la fuerte expansión del impuesto de tráfico de empresas, cobrado al consumidor

.Los impuestos directos crecen en estas previsiones un 10,6% sobre los presupuestos de 1982 (llegarán a 1,3 billones de pesetas), en tanto que los indirectos lo hacen al 27,99% (hasta 1,4 billones). De mantenerse ambas cifras -fuentes de Hacienda han insistido que se trata de una primera estimación-, los impuestos indirectos, pagados fundamentalmente por el consumo, superarán de nuevo a los directos. Se agotará así el cambio provocado por los primeros efectos de la reforma fiscal, tendencia que culminó en 1980, cuando los directos llegaron a ser un 17,8% superiores. El año siguiente hubo una regresión'de cuatro puntos, acentuada en 1982 y que ahora se consolidará.

Las muestras de agotamiento registradas en las recaudaciones por renta, impuesto que aporta tres cuartas partes de los directos y un tercio de todos los ingresos fiscales, han servido de base para hacer una previsión del capítulo inferior incluso al crecimiento monetario de la producción de bienes y servicios: 10,6%, por efecto de un aumento del 9,6% en el IRPF. La inflación ha causado un incremento de los tipos efectivos desde su implantación, pues sólo en 1981 hubo una reducción compensatoria de la tarifa. Ahora, pese a que es el único impuesto directo con cierta potencialidad a partir de las normas existentes, los responsables de Hacienda parece que no quieren actuar más sobre el mismo, debido a sus destacados efectos sobre el poder adquisitivo de las familias.

Prórroga de medidas tributarias

En efecto, la primera estimación del presupuesto de ingresos fiscales para 1983 parte de dos hipótesis básicas, según fuentes de Hacienda. Por un lado, que serán prorrogadas las medidas tributarias en vigor, o que al menos no habrá ningún cambio con notable incidencia en la recaudación. Por otro, que la economía española se ajustará al crecimiento tendencial del 3% y que los salarios mantendrán su línea de moderación.

Estas previsiones sintonizan con las del presupuesto de gastos (véase EL PAIS de 19 de junio), influenciado por la falta de definición política sobre la fecha definitiva de las próximas elecciones generales. No obstante, debe recordarse que las últimas previsiones de ingresos para 1982, hechas a la vista de la recaudación del primer semestre, y sobre las que en los diversos centros directivos de Hacienda se aprecian criterios divergentes, apuntan a un menor crecimiento del presupuestado en los impuestos directos. El bache, que será cubierto por los indirectos, oscilará entre 60.000 y 120.000 millones de pesetas.

De todas formas, como los ingresos impositivos crecerán este año cerca del 21% presupuestado, el Presupuesto para 1983 supone una vuelta a la desaceleración total de los mismos. El 18,9% estimado se sitúa entre el 19,6% conseguido en 1981 y el citado 21%.

Así, la presión fiscal, porcentaje de ingresos sobre valor de la producción de bienes y servicios, es probable que mantenga el incremento de 0,6 de los dos últimos años, acercándose al 15%. Puede ser moderada, sin embargo, por la evolución de las cotizaciones, que crecieron en 1980 y 1981 el 14% y 13,3%, respectivamente, mientras los redactores de los presupuestos de la Seguridad Social para 1983 estiman en principio un 11%.

Gasolinas, tabacos y demás

Como puede observarse en el cuadro adjunto, además del fuerte incremento en la recaudación de tráfico de empresas, realizada en parte durante el presente año por la elevación de un punto en el tipo, destaca un crecimiento del 34,6% en los impuestos de petróleos y derivados, otro del 159% en el impuesto de compensación de gravámenes interiores, un 26,9% en alcoholes, y un 22% por el uso del teléfono.

Según fuentes de Hacienda los precios de gasolina y gasoil habrán de elevarse en 1982 para mantener la cifra presupuestada, debido a que ha caído el consumo un 6%. Pero, a la vez, la ley de presupuestos 1983 habrá de subir los tipos die gravamen del impuesto de petróleos para llegar a los 275.000 millones estimados. Menor será el incremento por tabacos, si bien habrá que elevar algunas labores, porque la demanda ha caído también con las últimas subidas. Fuera de los ingresos impositivos, se considera que Correos debe elevar su previsión de 51.000 a 60.000 millones en 1982, para poder llegar a los 65.000 millones de 1983. De otra parte, los ingresos por loterías mantendrán su flexión a la baja y será moderado el aumento de dividendos y participaciones en empresas, integrados en su mayor parte por los beneficios del Banco de España, que se han desacelerado por efecto de la política monetaria.

Según un alto cargo de Hacienda, el aumento de los impuestos indirectos es una medida consciente, para adecuar el tránsido hacia el Impuesto sobre el Valor Añadido, que absorberá otros impuestos y tasas y deparará una recaudación similar o mayor al de la renta en los directos. Añadió que los propios socialistas han reiterado que hay más erosión por el fraude en los indirectos, por lo que Hacienda está actuando con coherencia, como demuestra el fuerte aumento en tráfico de empresas. Este impulso permitirá adecuar, las estructuras empresariales, pues el IVA mejorará la financiación de la Seguridad Social y que las empresas descuenten sus impuestos indirectos al exportar.