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Comienza el asalto final de Beirut

El objetivo de Israel es liquidar las posiciones palestinas

Quince bombas por minuto. Es era el ritmo del bombardeo israelí sobre las posiciones palestinas e Beirut oeste. Nadie habla ya de violaciones del alto el fuego. Nadie recurre ya a esos subterfugios. Las preguntas que se planteaban hace dos o tres días -si los ataques israelíes tenían por objeto cerrar cerco sobre Beirut o debilitar las posiciones palestinas parecen ya superfluas.Las operaciones israelíes se integran "en un plan de conjunto deben facilitar, cuando llegue el momento oportuno, la liquidación de las posiciones terroristas en corazón de la ciudad y en los campos de refugiados palestinos"; escribía ayer el corresponsal militar del diario independiente Yedioth Aharonoth, informa desde Jeruslén nuestro corresponsal Víctor Cygielman.

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Diluvio de fuego y metralla sobre la capital libanesa

El ataque se inició en la noche del martes al miércoles. Un diluvio de bombas de todos los calibres, cohetes Katiuskas y ráfagas de armas automáticas marcó el comienzo del ataque, que proseguía el miércoles por la tarde.

La preparación artillera, apoyada por el bombardeo de la aviación y de la marina, dio paso al asalto de los carros de combate que, dotados con palas excavadoras en su parte delantera, embistieron contra las barricadas palestinas, mientras hacían fuego con sus cañones de gran calibre.

Los principales ejes del ataque sobre el corazón de Beirut oeste partieron de la línea verde, que separa la zona musulmana de la cristiana.

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Uno de los ataques partió en dirección al puerto y fue recibido con intenso fuego de cañones anticarro y ametralladoras pesadas desde las posiciones del Ejército de Liberación Palestino, controlado por Siria. En las primeras horas, el Ejército israelí consiguió avanzar unos cuatrocientos metros en este sector.

El ataque principal se produjo sobre el Museo Nacional, que se encuentra a unos tres kilómetros del corazón del barrio oeste Beirut. Esta columna alcanzó en las primeras horas el edificio del Parlamento libanés, ya en el barrio palestino, y su objetivo era, aparentemente, alcanzar el hipódromo, donde están situadas baterias sirias y palestinas, y dividir el barrio oeste de los arrabales del Sur donde están situados los principales campos de refugiados.

Según la agencia palestina Wafa, una tercera ofensiva, gran envergadura y en dirección sur-norte, partió del aeropuerto.

La explosión de bombas, cohetes y misiles iluminaba la noche con una irreal luz anaranjada. Los guerrilleros de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), armados principalmente con armas anticarro, ofrecían una dura resistencia, aunque los observadores militares consideraban su situación desesperada, ante la superioridad del armamento israelí.

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