El corresponsal de 'Newsweek' en Moscú, expulsado de la URSS

Andrew Nagorsky, corresponsal en Moscú del semanario norteamericano Newsweek, no podrá seguir desempeñando su trabajo en la URSS y tendrá que abandonar el país "en un período razonable de tiempo".Nagorsky fue convocado ayer, a las once de la mañana, en el Departamento de Prensa Extranjera del Ministerio soviético de Asuntos Exteriores, en el que le fue notificado que se le retiraba su credencial de corresponsal "por haber usado varias veces métodos prohibidos en la actividad periodística".

En concreto, los funcionarios soviéticos le acusan de haber suplantado la personalidad del redactor jefe adjunto del diario regional de Vologda durante un viaje a dicha ciudad, sirviéndose para ello de una tarjeta de visita que le había dado durante una entrevista dicho colega soviético.

Nagorsky ha desmentido por completo dicha acusación, afirmando que mostró dicha tarjeta de visita a un agente de la policía de Vologda que le había detenido para que se pusiera en contacto con el periodista soviético y éste acreditara su identidad.

Los soviéticos acusan a Nagorsky de haberse hecho pasar también por turista polaco en un viaje a la ciudad de Rovno. Nagorsky niega igualmente este cargo, alegando que algunos habitantes de Rovno se habían interesado por el origen de su apellido, que, en efecto, procede de Polonia.

Por último, el Ministerio de Asuntos Exteriores afirma que el corresponsal de Newsweek trató de entrar en la ciudad cerrada de Kurgan-Tube a finales del mes pasado, siendo detenido por las autoridades locales. Nagorsky alega que había enviado un télex al Ministerio de Asuntos Exteriores exponiendo sus planes de viaje en el plazo previsto y que, al no haber recibido respuesta, dio por supuesto que se le había concedido la correspondiente autorización.

Al habérsele retirado su credencial de corresponsal, Nagorsky no podrá volver a enviar crónicas desde Moscú. Las autoridades soviéticas le han informado también que deberá abandonar el país "en un plazo razonable de tiempo".

El último periodista extranjero expulsado de Moscú fue un corresponsal sueco, que tuvo que abandonar la URSS en diciembre del año pasado, después de haber sido acusado de espionaje.