Juan Antonio Esplá perdió el tren del triunfo
El toro con el que Juan Antonio Esplá confirmó su alternativa, había hecho cosas de manso en los dos primeros tercios, pero a la muleta llegó con noble y suave embestida. Dicen que así se las ponían a aquel. Fernando Narizotas del siglo pasado. Si el buen rey de la frase perdía las oportunidades o no, es cosa que la historia no aclara, pero Juan Antonio Esplá sí pasará a la historia del toreo como el diestro que perdió el tren del triunfo con un toro facilito.Si algún problema tenía su enemigo era la tendencia al gazapeo, pero tan ligera e imperceptible que no debía. representar obstáculo para un torero que se precie de ello.
La faena fue fría, desangelada, deslabazada y sin ningún muletazo de clase. Y como con las asperezas del quinto no, pudo en ningún momento y con las banderillas hizo el ridículo, sobre todo en el segundo toro, en el que dejó sembrado el ruedo de rehiletes, puede decirseque Juan Francisco Esplá ha dejado, pasar la oportunidad de su vida.
Plaza de Las Ventas
1 de agostoCuatro toros de José Escobar, desiguales, mansos y flojos y dos de Francisco Campos Peña, en primero y segundo lugar, mansurrones y toreables José Fuentes: división. Silencio. Juan Antonio Esplá. Pitos. Silencio. Luis Reina: aplausos. Vuelta.
Oportunidades desaprovechadas
Otro desaprovechador de oportunidades es José Fuentes. El de Linares empieza ya a ser eso que se llama un torero veterano y ya se sabe lo que esto significa: tranquilidad y colocación en la plaza y facilidad para hacerse con sus toros. Pero en las faenas de muleta ya es otro cantar.
Ambas faenas las empezó muy bien el diestro, sobre todo la primera, con muletazos de mucha enjundia y empaque. Pero en el resto se perdió en un mar de desaciertos, enganchones, dudas con el terreno y desentendimientos. con el toro. Tuvo también enfrente un toreable bicho de Campos Peña y lo dejó irse con las orejas. A este toro no le dio nunca distancia y cuando se la daba no podía con él. Con el otro astado estuvo aburridísimo y en todo momento fue la muleta por un lado y el toro por otro.
El público de la plaza de Las Ventas ha estado toda la tarde de parte de Luis Reina. Lo más destacado ha venido de su parte, sobre todo con el toreo de capa en el que hay que anotarle tres excelentes verónicas y media muy ceñidas en el tercero, después de haberlo recibido con una larga de rodillas en toriles y otra en el tercio.
Este toro era el más chico del encierro y fue muy protestado durante toda su lidia. El torero extremeño le hizo una faena.. sin relieve, aunque el toro tampoco se merecía grandes acontecimientos.
El sexto toro fue el más peligroso de la corrida, pues negó a la muleta pegando tarascadas y buscando al torero a la salida de cada pase. Luis Reina se la jugó limpiamente con él, sin asustarse por los gañafones que el animal le tiraba. El público apreció la voluntad y valor del torero y, cuando terminó con su enemigo, le obliga a dar la vuelta al ruedo, destacando de este modo, acaso, que fuera el diestro que de mejor manera se enfrentó a las oportunidades deparadas por unos toros que habían salido a permitirles triunfar en la primera tarde de agosto.
Babelia
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