Nervios entre los 'banderilleros'
Las bolsas experimentaron un parón en su trayectoria alcista de los últimos días, como consecuencia de los nervios que se desataron entre los inversores a corto plazo que asisten diariamente a las reuniones, y que en el argot se les conoce como banderilleros, cuando comenzó a correr el rumor de que el responsable de uno de los bancos grandes que menos ha subido esta semana comenzó a esparcir papel de alguno de sus compañeros con prodigalidad.A partir de este momento se desató una auténtica corriente de los más insospechados rumores, que desembocó en una clara y casi unitaria voluntad vendedora por parte de estos simulados inversores. Si a este hecho le sumamos la condición de las reuniones de ayer, de último día hábil antes de las masivas vacaciones de agosto, y añadirnos que una buena parte de los tenedores de acciones han preferido vender, quedándose en liquidez, a pasar su mes de descanso pendientes de las piruetas del mercado de acciones, se puede entender con facilidad que el Central haya sido, el único banco capaz de mantener su trayectoria positiva, ganando cinco puntos en el mercado madrileño gracias a un saldo comprador de 14.000 títulos aproximadamente.
Para el resto de los miembros del club de los siete las órdenes vendedoras superaban discretamente a las de compra, aunque sólo Banesto, con 37.299 títulos a la venta, presentaba un volumen de cierta consideración. El resto del mercado, muy influido por la menor pujanza bancaria, observó una actividad completamente marginal, en la que los pequeños recortes en los cambios se constituyeron en el módulo más común de actuación.
En opinión de los especialistas, parece que los principales actores del mercado están decididos a conceder un respiro al violento ritmo de subidas que ellos mismos habían impuesto en los últimos días. Posiblemente se pretenda evitar un reajuste a la baja drástico y generalizado como consecuencia de las materializaciones de unas plusvalías tan rápidamente acumuladas.
En cualquier caso, los comentarios en la mañana de ayer se podían oír en las salas de contratación; apuntaban que sería deseable que las próximas jornadas resultasen más tranquilas, Para poder tomar decisiones sin excesivos agobios, evitándose de esa forma los tirones bruscos y los subsiguientes parones. En definitiva, se planteaba lo que casi siempre se ha revelado como una pura ilusión: regular la capacidad de subida del mercado y evitar que las órdenes compradoras se agolpen en unas pocas sesiones, lo que inmediatamente conlleva una corrección técnica a la baja.
Pero además, durante toda la sesión se pudo apreciar un renacimiento de los temores, casi dormidos por las últimas subidas, de que definitivamente las elecciones legislativas sean adelantadas. Esta inquietud resucitó, por una parte, a consecuencia de los citados síntomas de menor agresividad de los bancos, y por otra, fueron reflejo de los múltiples rumores que se extienden por los mentideros políticos sobre las posibles consecuencias que puede tener la salida de UCD del ex presidente Suárez y sus fieles.
Una impresión generalizada es que una ruptura drástica entre UCD y Adolfo Suárez haría que la posibilidad de agotar la legislatura fuese prácticamente una utopía, lo que a su vez querría decir que antes de fin de año se convocarían las elecciones.
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