Exito artístico del ciclo de conciertos de la Banda Municipal de Barcelona
El último de los conciertos correspondientes al III Ciclo de la Banda Municipal de Barcelona, dentro de la extensa programación del Grec-82, se celebró el pasado miércoles. El concierto se desarrolló en la bella plaza del Rey y el éxito artístico alcanzado ha sido importante. La Banda Municipal de Barcelona se halla en muy buen momento. Su director, Albert Argudo, que es también subdirector de la orquesta Ciudad de Barcelona, logra que el conjunto se exprese con precisión, homogeneidad y una muy lograda entonación, aunque quizá la sección de clarinetes -que representa lo que los violines para la orquesta sinfónica- debería ampliarse, pues resulta algo delgada en relación con las otras familias instrumentales.El concierto de clausura del ciclo dirigido por Albert Argudo y el programa era sumamente atractivo, ideal para un público que quiera pasárselo bien. En primer lugar, escuchamos la suite nº 1 de Carmen, de Bizet, que sirvió de feliz introducción y cuyo tipismo contrastado fue puesto con gracia insinuante y adecuada sensualidad.
III Ciclo de Conciertos de la Banda Municipal de Barcelona
Obras de Bizet, Ghershwin, Debussy, Adolfo Ventas y Ravel. Director: Albert Argudo. Plaza del Rey. Barcelona.28 de julio.
Seguiría luego la célebre Rhapsody in blue, del americano Ghershwin, con la bellísima orquestación de Ferde Grofe, cuya parte de piano solista estaba a cargo de la joven pianista barcelonesa Ludovica Mosca. Esta intérprete, que siguió sus estudios en Barcelona, para perfeccionarse después en el Real Conservatorio de Amberes con Frederic Gevers, nos ha brindado una estupenda versión de la partitura de Ghershwin.
El atractivo de Ghershwin
La página posee un gran atractivo. Su atmósfera neorromántica impregnada de fórmulas jazzisticas, tan sugestivas como bien elaboradas, ofrecen al conjunto y al solista todo un mundo interpretativo, nada banal y sí, en cambio, lleno de originales e inspirados contrastes.Ludovica Mosca la interpretó con calidad y virtuosismo, despertando interés musical durante toda la obra. Su juego rítmico, sumamente flexible, logra acertadas anticipaciones y retenciones, dando vida e interés a la interpretación.
De Adolfo Ventas, primer saxo de la Banda Municipal de Barcelona, escuchamos Tres danzas, que compuso en 1979. Ventas e muy buen músico y cuenta con una dilatada producción compositiva. Su obra apuntada fascinó por la viveza rítmica y erotismo, muy en especial el tercer movimiento, Tarantella, en el que el conjunto se sumerge en un brillante y risueño perpetuo.
Albert Argudo culminaría su excelente actuación con versiones del Preludio a la siesta de un fauno, de Debussy, y del Bolero, de Ravel. Ambas obras sabia y eficazmente orquestadas por Juan Lamote de Grignon (1872-1949), uno de los creadores del renacimiento musical de Cataluña.
El numerosísimo público congregado en la plaza del Rey, de Barcelona, aplaudió con enorme entusiasmo al final del concierto a director y músicos, brindándonos éstos, como propina, el último movimiento de la. interpretada suite de Carmen.
Por otra parte, dentro del completo programa del ciclo Griego '82, el escenario del Teatro Griego recibió el virtuosismo del guitarrista Narciso Yepes, que esta semana ofreció dos recitales, uno en solitario y otro con la Orquesta Ciudad de Barcelona, dirigida por el maestro García Navarro. Por la guitarra de Yepes pasó la gran calidad de intérprete en composiciones de Berlioz, Rodrigo, Turina, Ravel, Bach, Scarlatti, Mompou, Sainz de la Maza y Tárrega.
Narciso Yepes puso de manifiesto, una vez más, su gran dominio técnico e interpretativo.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.