Nuevo y devastador ataque aereo israelí sobre Beirut
En su sexto día de bombardeos aéreos consecutivos, la fuerza aérea israelí atacó ayer, por primera vez, el centro de Beirut y zonas residenciales, provocando escenas de pánico entre la población, acostumbrada a oír pasar los aviones que se dirigen hacia el sur de la ciudad, sin sufrir hasta ahora daños. La Radio de Líbano Arabe, perteneciente al Movimiento Nasserista Libanés, aseguró que por lo menos noventa personas habían resultado muertas y cerca de 150 heridas los devastadores ataques. Pero estas cifras son provisionales y el saldo rinal puede resultar mucho más alto.
El bombardeo de la aviación israelí, a primera hora de la tarde, alcanzó el céntrico barrio de Namra y los sectores residenciales de Raucne y Verdun, para intentar destruir algunas baterías antiaéreas colocadas en los tejados de algunos edificios y algunos depósitos de municiones.Desde el inicio de la invasión israelí, el día 6 de junio, ningún avión de Tsahal, las fuerzas armadas de Israel, ha sido derribado en el cielo de Beirut por la artillería antiaérea palestina, cuyos disparos dificultan, sin embargo, las maniobras de los aparatos israelíes. Minutos después del primer ataque aéreo israelí, que provocó escenas de pánico entre la población civil, varias columnas de humo ascendían hacia el cielo mientras las calles se vaciaban rápidamente. Aunque con algunas interrupciones, los bombardeos se sucedieron durante cerca de tres horas.
Desde que, tras casi un mes de interrupción, la aviación israelí reanudó el pasado jueves sus bombardeos sobre la capital de Líbano, éstos se intensifican al tiempo que se alarga su duración y aumenta el número de víctimas.
Desde hace tres días los aparatos israelíes llevan a cabo su última incursión pasadas las ocho de la tarde, cuando ya es de noche en Beirut y suelen retirarse poco después de las diez de la noche.
El bombardeo suele estar precedido por ataques simulados a muy baja altura y por el lanzamiento de cohetes, cuya luz casi diurna permite a los pilotos divisar sus objetivos.
Además de las bombas de fragmentación, que antes de alcanzar el suelo se dividen en centenares de cargas explosivas, y de las incendiarias, la aviación israelí volvió a utilizar por primera vez el lunes por la noche misiles aire-tierra para destruir objetivos muy protegidos.
Al bombardeo aéreo del lunes, cuyo saldo de víctimas asciende, según la agencia palestina Wafa, a 54 civiles muertos o heridos, sucedió otro terrestre y marítimo que se prolongó hasta ayer por la mañana.
Reacciones al documento Arafat
El portavoz de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Mahmoud Labadi, lamentó ayer ante la Prensa que "el Gobierno norteamericano haya rechazado la rama de olivo que le ofrecían los palestinos a través del importante documento aprobado el domingo por Yasir Arafat", en el que el líder palestino "aceptaba todas las resoluciones de las Naciones Unidas sobre la cuestión palestina".
En un aparente retroceso con respecto a sus declaraciones de la víspera, explicable por el rechazo norteamericano del texto firmado por Arafat, Mahmoud Labadi se negó a precisar si la frase dictada por el máximo dirigente palestino al representante norteamericano Paul McCIoskey incluía las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de la ONU, que reconocen el derecho de Israel a existir.
"Cabría preguntarse", dijo Labadi, "si la resolución 242 concierne a la cuestión palestina". La OLP rechazaba anteriormente esta resolución porque sólo abordaba un aspecto secundario de la cuestión palestina, el de los refugiados, y no mencioilaba los principales, como el derecho a la autodeterminación y a la creación de un Estado independiente.
EI jefe de las operaciones militares de la OLP en Beirut, Abu Saleh, estimó que Arafat "se esforzó con su gesto por establecer un diálogo con Estados Unidos", y añadió que la central palestina "esperaba ahora que el Consejo de Seguridad de la ONU precisase de nuevo lo que entendía exactamente por cuestión palestina".
Además del incremento de la presión militar contra palestinos y sirios en Beirut y en la llanura de Bekaa, en la que la Tsahal avanzó el lunes unos diez kilómetros, el Ejército israelí volvió a cortar, en la noche del lunes al martes, el suministro de agua y electricidad al sector occidental de Beirut, donde permanecen cercados unos 12.000 combatientes palestinos y libaneses de izquierda.
A través de estas acciones, opinan fuentes diplomáticas, Israel pone de relieve su exasperación ante el estancamiento de la negociación tendente a evacuar de Beirut a la dirección y los milicianos palestinos.
Hayet Hawatmen, líder del Frente Democrático de Liberación de Palestina (FDLP), uno de los grupos que integran la OLP, confirmó a EL PAIS que la negociación estaba bloqueada desde el día. 1 de julio, a causa de las exigencias norteamericanas, y opinó que la última gira del emisario norteamericano para Oriente Próximo, Philip Habib, no permitiría hacerla progresar, porque sus propuestas no son sustancialmente nuevas.
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