El Senado rechazó las siete propuestas de veto a la LOAPA

El pleno del Senado rechazó ayer, con los votos de UCD y PSOE, siete propuestas de veto, que pedían la devolución al Congreso de la Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA), presentadas por los senadores de Convergencia i Unió, PNV y Grupo Mixto, que abundaron en los argumentos ya conocidos de rechazo a la ley, que consideran inconstitucional en la forma y en el fondo. En el curso de un debate de tono netamente político, el ministro de Administración Territorial, que contestó a todos los intervenientes, acusó a los nacionalistas de instrumentar un "montaje" en torno a la LOAPA y tuvo duras críticas para la pastoral de los obispos vascos.

Refiriendose al pasaje en el que los prelados consideran que la LOAPA significa una violación del "pacto histórico con el pueblo vasco" que supuso el estatuto de autonomía, Arias Salgado dijo: "No hay compromiso histórico alguno de carácter metaconstitucional y fuera del Estado de derecho en que se ha organizado la nación española". A partír del reconocímiento que la Constitucioón hace de la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político como valores superiores del ordenamiento jurídico, el ministro recordó que cuando no hay acuerdo en la interpretación de uno de esos valores "es cuando el principio democrático exige, como expresión de la justicia y de la paz, el respeto a la voluntad de la mayoría"."¿Cómo convivir, cómo respetar la justicia y construir la paz", se preguntó Arias Salgado, "si cada minoría puede poner en cuestión la legitimidad ética de cada decisión juridicamente adoptada?". A juicio del ministro de Administración Territorial, no es lícito disociar la legitimidad jurídica de la ética ni llevar esa disociacíón a la LOAPA, "ni es posible sostener", añadió, "que la prevalencia del derecho del Estado en el ámbito de sus competencias recorte los derechos de las minorías u obstaculice gravemente el camino hacia la pacificación de un pueblo". "¿Cómo es posible", se preguntó, "poner en relación la LOAPA con el terrorismo que azota al País Vasco desde los años sesenta y ha contínuado a pesar de la amnistía, de la democracia y a pesar del estatuto de autonomía?".

Concluyó su discurso el ministro de Administración Territorial manifestando su convicción de que en todos los paises organizados sobre la base de autonomías territoriales se tiene bien aprendido que la clave de, su correcto funcionamiento es la lealtad al sistema constitucional, "y el Gobierno", enfatizó Arias Salgado, "echa de menos una referencia a esa lealtad constitucional en el documento de los prelados vascos".

Siete propuestas de veto

Por la tarde se inició un largo turno de defensa de hasta siete propuestas de veto a la LOAPA, que en caso de aprobación hubieran implicado la devolución del texto al Congreso presentadas por Jaime Casademont (CiU), Michel Unzueta (PNV) y Pere Portabella, Torres i Perenya, Josep Benet, Joan Casanelles y Josep Rahola. Todas ellas, con ligeros matices, estaban basadas, desde el punto de vista formal, en la acusación de inconstitucionalidad de la ley, que en su opinión no puede copnstitucionalmente ser considerada ni orgánica ni armonizadora. En cuanto al fondo, los vetos se basaban en la creencia de que la LOAPA recorta sustancialmente los estatutos de autonomía de Euskadi y Cataluña -"los demás no hace falta reportarlos porque han nacido tamízados por la LOAPA", dijo Pere Portabella- y supone un reforma encubierta del título octavo de la Constitución.

Jaime Casademont y Michel Unzueta insistiéron en que la LOAPA, de acuerdo con el 81/1 de la Constitución no tiene encaje constitucional ni como ley orgánica, categoría que afirmaron no se le reconoce, ni como armonizadora. Coincidieron ambos en recordar que en el preámbulo que acompaña inicialmente a la ley, el propio Gobierno reconocía que de los 44 artículos y disposiciones de la ley, únicamente 18 tienen carácter armonizador "y curiosamente", dijo Unzueta, "entre los que cita como no armonizadores no se encuentran el 1, 2 y 4, claves en la interpretación de esta ley".

El ministro Arias Salgado, que contestó a todos, los senadores vetantes con intervenciones de un alto tono político, replicó a ambos senadoros que él no acababa de ver en la LOAPA "todo lo que de malo dicen que tiene". Utilizó la expresión todo lo que no está prohibido está permitido para manifestar que en ningún lado se prohibe que la LOAPA contenga preceptos orgánicos, armonizadores y ordinarios, y que en esa línea se ha expresado ya el Tribunal Constitucional. "La mayor parte de los preceptos de la LOAPA se refieren a la administración del Estado y muy pocos a las relaciones entre éste y las comunidades autónomas. Arias Salgado dijo luego que los nacionalistas "en base a afirmaciones indemostrables técnica y políticamente, han-instrumentalizado todo un montaje, una percha de la qué colgarse para vender posiciones nacionalistas".

"Es legítima la posición de las minorías de singularizar Cataluña y Esuskadi, con signos de identidad propios, con respecto a otras comunidades, signos que respetan los estatutos y la LOAPA", dijo luego Arias Salgado", pero, los partidos estatales no podemow asumir que se traten de traducir esas singularidades lícitas, en la órbita del derecho, en una mayor poder político que otras comunidades".

Estas afirmaciones fueron calificadas por la mayor parte de los senadores nacionalistas como "muy graves". "Lo que en verdad es un montaje", diría Casademont, "es precisamente la LOAPA, en cuya redacción ni entramos ni salimos, y de la que únicamente nos defendemos". "Montajes e instrumentalización si que se han hecho", añadiría Michel Unzueta, "contra los planteamientos de los nacionalistas".

El senador socialista Prats y Catalá dijo que la leyes una consecuencia de la generalización del proceso autonómico y viene facilitar el cuadro de relaciones entre las comunidades autónomas y el Estado y, a la vez, el contenido o ejercicio del contenido de los poderes propios de las comunidades autónomas en relación a ese mismo Estado.