Nula inversión de las empresas españolas y fuerte dependencia de los recursos ajenos

Los recursos ajenos de las empresas españolas en el primer trimestre de 1982 suponían el 74,4% de sus recursos propios, según una encuesta sobre evolución de los costes financieros e inversiones realizada por la Comisión de Economía de la CEOE. Según esta encuesta, que acaba de ser terminada, no se ha producido ningún incremento en la inversión privada con respecto al último trimestre de 1981, y el coste del dinero -como consecuencia de la política de exceso de disponibilidades líquidas del Banco de España en los primeros meses del año- ha permanecido constante.

Esta investigación, que incide sobre problemas prioritarios de la empresa española hasta ahora escasamente estudiados, se ha realizado sobre una muestra de 1.784 empresas ubicadas en Cataluña, Madrid, Valencia, Vizcaya y Zaragoza. De ellas, un 0,43% son empresas con menos de treinta trabajadores; un 0,19%, empresas con plantillas entre treinta y cien trabajadores; otro 0,19%, empresas con plantillas entre cien y quinientos trabajadores, y un 0,17%, empresas con más de quinientos trabajadores.Las respuestas obtenidas -567 cuestionarios cumplimentados (un 31,6% de las empresas investigadas)- suponen el 1 por 1.000 del total poblacional de empresas y el 5,27% de la población laboral total. Los errores posibles, según la encuesta, son inferiores al 2%, y un 70% de los mismos no sobrepasa el 1,5% de error.

Estructura de los recursos

El porcentaje medio de los recursos ajenos que emplean las empresas, según los resultados de la encuesta de la CEOE, se sitúa en el 74,4% respecto de los recursos propios. Este porcentaje es sensiblemente superior en las empresas industriales (87%) respecto a las de servicios (39%).La encuesta pone de manifiesto la dependencia de la empresa española, en el aspecto financiero, de los recursos ajenos a corto plazo, "lo que quizá pueda explicar, en muchas ocasiones, los problemas de tesorería y el que tenga que acudir al descuento comercial, capítulo que supone el 43% del total de recursos ajenos". Los porcentajes de los recursos ajenos sobre recursos propios a medio y largo plazo se sitúan, según la encuesta, en un 10,2% y en un 9,7%, respectivamente.

La encuesta refleja también, por otra parte, que la proporción de recursos ajenos se incrementa en función del tamaño de la empresa: en términos generales varía desde un 53,6% para las empresas de menos de treinta trabajadores hasta un 117,2% para las empresas de más de quinientos empleados.

Este fuerte crecimiento se observa en los distintos tipos de recursos, excepto en el descuento comercial, que si se compara con el total de recursos ajenos supone el 55,5% para las empresas de menos de treinta trabajadores, el 50,1% para las empresas con más de treinta y menos de cien trabajadores, el 48,3% para las empresas con más de cien y menos de quinientos trabajadores y el 22,5% para las empresas con más de quinientos trabajadores. Esta situación "quizá responda", afirma la CEOE, "a una mayor dificultad de las empresas pequeñas en su acceso a créditos formalizados".

Coste de los recursos ajenos

Las respuestas empresariales respecto a los tipos de interés anuales se pueden resumir en un 17,5% para los créditos a corto plazo (17,4% para el crédito hasta un año y 17,5% para el descuento comercial), un 17% para el crédito libre a plazo medio (concretamente, el 16,9%,), un 16% para el crédito libre a largo plazo, un 11 % para el crédito con cargo a coeficientes obligatorios y un 10,9% para el crédito oficial.No obstante, dentro del crédito libre a medio plazo hay contestaciones de empresas con plantillas entre cien y quinientos trabajadores que sitúan estos créditos por debajo del 15%.

Con respecto al último trimestre de 1981, en los primeros tres meses del presente ejercicio se observa, para el crédito libre, "una ligera disminución en el coste según aumentan los plazos correspondientes a dichos recursos, lo cual parece estar en contradicción, en principio, con los tipos aplicados por la banca privada, que encarecen, como es lógico, el coste del dinero según se incrementa el plazo de amortización".

Este descenso, añade la CEOE en la encuesta, "resulta muy significativo, ya que se observa prácticamente en casi todas las clasificaciones por tamaños y sectores de las empresas, lo que parece confirmar una realidad de carácter general; quizá haya que tener en cuenta el que en dicho coste no sólo se incluye el tipo de interés, sino también los otros gastos anejos, como comisiones, corretajes, timbres, etcétera, o las características, menos formales y en consecuencia más caras, en los de plazo corto u otras circunstancias de trato especial". De todos modos, agrega el documento de la patronal, "quizá conviniera profundizar en el futuro analizando algunos aspectos de este coste",.

Respecto a la evolución del coste con respecto al trimestre anterior, la mayoría de las contestaciones reflejadas en los cuestionarios cumplimentados indican que este coste "no ha sufrido variación". Un 95% de las respuestas se pronuncia en este sentido, excepto para los recursos a corto plazo, en que el porcentaje se reduce a un 87%. para los créditos y a un 82% para el descuento comercial.

En cuanto al volumen de compras cuyo pago se realiza con aplazamiento -otro de los aspectos estudiados por la encuesta-, las respuestas ponen de manifiesto que el 63,7% de las compras se realiza por este procedimiento. Este porcentaje es mayor para el sector industrial (68,4%) que para el de servicios (56,6%), y también aumenta en función del tamaño de las empresas (oscila entre el 54% para las empresas con menos de treinta trabajadores y el 73% para las empresas con más de quinientos trabajadores).

Con referencia al plazo medio de aplazamiento de las compras, la encuesta sitúa éste en 81,5 días, aunque es algo más elevado para el sector industrial (87,1 días) que para los servicios (64,6 días). El beneficio del plazo aumenta asimismo en función del tamaño de las empiresas: 75 días para las que cuentan con menos de treinta trabajadores y 96 días para las que cuentan con más de quinientos empleados.

Respecto a la variación de estos plazos, con respecto al último trimestre de 1981, la encuesta afirma que practicamente se han mantenido (un 91% de las respuestas empresariales se manifestaron en este sentido). Hay, no obstante, un pequeño acortamiento de plazos para empressas pequeñas.

Estancamiento inversor

Las respuestas empresariales sobre inversión sitúan ésta en 70.700 pesetas por persona ocupada. En el desglose de esta inversión por capítulos, el mayor volumen ha sido destinado a "maquinana, equipo y mobiliario" en las empresas grandes y a "edificación y obras" en las empresas de menos de treinta trabajadores. Por otra parte, la inversión por persona en el sector industrial (72.000 pesetas) es muy superior a la del sector servicios (48.700 pesetas).La inversión en variación de productos almacenados presenta un fuerte valor con signo positivo (56.000 pesetas por persona ocupada). "Actualmente, éste es el principal capítulo de la inversión", advierte el documento de la CEOE, "si bien hemos de tomar este resultado con cierta cautela, por ser la primera vez que se investiga, y se tiene la duda de si su interpretación ha sido siempre correcta".

La variación de la inversión materializada por las empresas españolas durante el primer trimestre de 1982 con respecto al último trimestre del pasado ejercicio, a tenor de los resultados de la encuesta, "ha sido prácticamente nula por lo que se refiere a equipo productivo". Es decir, que la escasa inversión que se ha producido se ha destinado fundamentalmente a financiar productos en almacén.

Estas inversiones han reperculádo sobre el empleo, según la encuesta, con una creación de 13,9 empleos por cada mil existentes y una amortización de puestos de trabajo del 6,5 por 1.000. Hay una ligerísima tasa positiva, fundamentalmente atribuible a las empresas pequeñas; pero, en cualquier caso, los puestos de trabajo que puedan crearse este año en cumplimiento del ANE proceden fundamentalmente de las inversiones públicas y no de las privadas.