"Si el PSOE se opone a nuestra idea de la sanidad, lucharemos", afirma Ramiro Rivera, nuevo presidente de los colegios médicos
"Si el socialismo, u otros, se enfrentan a nuestra idea de la sanidad, lucharemos. El problema que más me preocupa es el de que la organización médica colegial adquiera el poder que debe tener ante la Administración y en la sociedad, para hacerse oír y ser capaz de presionar" ha declarado Ramiro Rivera, elegido nuevo presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos. Vicente Serrano ha sido reelegido secretario general. Las elecciones se celebraron ayer en la sede de dicho consejo, en Madrid, por votación secreta de los presidentes de los colegios provinciales, y su resultado señala el comienzo de una etapa de posiciones más radicales entre los colectivos médicos.
Ramiro Rivera ha alcanzado la presidencia del consejo general con veintiún votos. De cincuenta años de edad, casado, natural de Jaén y militante de Alianza Popular, recientemente ha sido sancionado por la diputación madrileña con suspensión de seis años en el Hospital Provincial de Madrid, donde ostentaba el cargo de jefe del servicio de cirugía cardiovascular. Jorge Pérez del Bosque, del colegio de Málaga y presidente del consejo hasta ayer, obtuvo trece votos. Fernando Robredo, de Madrid, cuya candidatura propugnaba una reestructuración funcional del consejo, siguió con nueve votos. Adolfo Núñez Puertas, de Madrid, representante de la opción progresista más clara, cinco votos. Angel Zamanillo, de Salamanca, en línea próxima al anterior, aunque más conservador, cero votos. Se contabilizaron un voto en blanco y otro nulo.La elección al cargo de secretario general arrojó el siguiente resultado: Vicente Serrano, del colegio de León, resultó reelegido con 39 votos. Le siguieron Gerardo Moreu, del colegio de Granada, y Luis Sanjuanbenito, secretario del colegio de Madrid, con ocho votos. Sergio Fernández Penela, de Madrid, con cinco votos. Y Miguel Angel Jiménez Gan, de Madrid, con un voto.
Ramiro Rivera, en unas declaraciones efectuadas al término de la elección, ha dicho lo siguiente: "Pretendo cumplir las normas que he señalado en mi campaña electoral. Entiendo el papel de presidente como el de un ejecutor del programa que marque la asamblea de presidentes provinciales. La sanción que me ha impuesto la diputación es un problema ajeno al consejo general. Entre el consejo general y el partido socialista no tiene por qué haber problemas en función de ello. Puede haber problemas entre el consejo general y el socialismo en el sentido de que el consejo tiene una idea muy clara de lo que conviene a la sanidad. Si el socialismo, u otros, se enfrentan a esa idea, lucharemos".
"El diseño de la reforma sanitaria", dijo a otra pregunta, "debe ser trazado por la organización médica y la Administración debe atender esa base de diseño". Ramiro Rivera consideró secundaria la reforma de los estatutos de la organización colegial, "perfectibles, como todas las cosas, pero para un futuro, porque yo creo que con su última modificación se puede actuar". Calificó como "de transición" la etapa de cuatro años que durará su mandato presidencial, tiempo en el que espera que esta organización adquiera "el poder que debe tener ante la Administración y en la sociedad para hacerse oír y poder presionar".
Interpretó el haber sido elegido como "un signo de deseo de cambio y una elección muy acertada". Y añadió: "Mi actitud más radical en la defensa de la medicina ha convencido a más profesionales que los otros candidatos". Ramiro Rivera se considera presidente de "todos los médicos, incluidos los parados".
Colectivos diversos y crisis de identidad
Sobre la crisis de identidad de la organización médica colegial, en cuanto a la definición de la función que le es propia y en cuanto a la atención de la disparidad de colectivos médicos que integra, el nuevo presidente dijo que "en el régimen anterior, la colegiación médica influía en la Administración por la figura prestigiosa de su presidente, pero en el futuro debe influir por sí misma". "La organización médica", precisó, "viene definida por una ley de colegios profesionales y se aprovecharán al máximo las posibilidades de actuación que la ley permita". Dentro de este análisis, el doctor Rivera se pronunció favorable a la "estimulación, por parte del consejo general, de la creación de sindicatos médicos horizontales".
Este punto, uno de los ejes fundamentales de su pensamiento, había sido más desarrollado el día anterior por el entonces candidato, en una mesa redonda. "La organización colegial", había dicho, "no puede prescindir de la fuerza laboral si quiere tener suficiente poder para no ceder en lo que no tenga que ceder y presionar cuando sea necesario". Rivera señaló también que "hasta ahora, los médicos han sentido una especie de repugnancia por los sindicatos, porque no se han identificado con el verticalismo de los sindicatos de clase, y por eso será necesaria la presencia de sindicatos médicos horizontales".
La reelección de Vicente Serrano como secretario general ha evidenciado claramente el deseo de la clase médica colegial establecida de no efectuar ninguna ruptura con la línea tradicional en los aspectos administrativos, estructurales e internos de la organización.
Vicente Serrano negó ayer haber inclinado su balanza en favor de Rivera y en detrimento de la línea igualmente conservadora, pero más moderada, del anterior presidente, Pérez del Bosque. "He sido neutral", dijo, "y había expresado previamente mi lealtad a quien resultase vencedor".
El cambio en la presidencia, por tanto, se ha presentado como una radicalización de la postura de los presidentes de los colegios provinciales y del estamento médico al que representan, que no está constituido realmente por los 80.000 médicos españoles, sino por el sector mejor establecido.
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