Francia venderá tecnología y armas a Nicaragua

Daniel Ortega, coordinador de la Junto de Nicaragua, que viajó anoche hacia Madrid para entrevistarse con el rey don Juan Carlos y con el presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo concluyó ayer sus dos días de estancia oficial en París con la promesa de que Francia seguirá vendiendo armas y tecnología a esta república centroamericana.

Francia cumplirá el contrato de venta de armas firmado el pasado mes de diciembre y establecerá un protocolo de cooperación con Nicaragua. El presidente Mitterrand resaltó la importancia del "no alineamiento auténtico de Nicaragua".En las próximas semanas, las autoridades francesas y nicaragüenses establecerán un protocolo financiero por valor de cien millones de francos (1.600 millones de pesetas). Un centro geotérmico y las cooperativas de cultivo de cacao serán las principales industrias beneficiarias de esta ayuda.

Por otra parte, el ministro galo de Relaciones Exteriores, Claude Cheysson, confirmó que su país cumplirá el contrato firmado con Nicaragua el pasado mes de diciembre, relativo a la venta de material militar por valor de noventa millones de francos (1.400 millones de pesetas). Parece que ya ha sido efectuado el primer envío de dos helicópteros.

Este comienzo de cooperación militar franco-nicaragüense fue mal acogido por Estados Unidos, y por ello se supone que se ha retrasado su cumplimiento. La Administración norteamericana teme que ese material pueda servirle a la oposición salvadoreña.

La asistencia financiera y la confirmación de la venta de material militar representan el resultado tangible del paso por París del comandante Ortega, que celebró conversaciones con el presidente Mitterrand, con el ministro de Exteriores, Cheysson, con el primer ministro, Pierre Mauroy, y con el de Defensa, Charles Hemu. Durante las tres horas que el coordinador de la Junta de Nicaragua conversó con Mitterrand, éste subrayó "la necesidad de salvaguardar la originalidad de la trayectoria sandinista", en el sentido de que debe representar "un no alineamiento auténtico de Nicaragua".

Ante los periodistas, Ortega recalcó que su estancia en Francia era una prueba de que a los sandinistas aún les queda un margen de maniobra para mantener la originalidad de su proceso.