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El cerco de Beirut

Inquietud de los regímenes árabes más moderados

Un mes después de la invasión de Líbano por Israel, Arabia Saudí se muestra cada día más inquieta por la intransigencia israelí, mientras crecen las voces que reclaman medidas más enérgicas para poner fin a la invasión del territorio libanés.La diplomacia saudí se esfuerza, en primer lugar, por convencer a Washington para que presione a Israel, a fin de que respete los llamamientos de cese el fuego, formulados por el enviado norteamericano a Líbano, Philip Habib. Ryad ha expresado su sorpresa de que las fuerzas israelíes tardasen tres días en restablecer el abastecimiento de agua y electricidad a Beírut oeste, después de una intervención norteamericana para que el restablecimiento se llevase a cabo lo más rapidarnente posible.

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Los esfuerzos saudíes se dirigen, por otra parte, a alcanzar un acuerdo entre los diferentes partidos libaneses y la resistencia palestina. El pacto propuesto por los dirigentes saudíes contempla la retirada del territorio libanés de la mayor parte de los combatientes de la OLP, pero garantiza una presencia política y militar palestina. La propuesta ha sido ya aceptada por los partidos musulmanes libaneses, pero encuentra la oposición del líder cristiano libanés Bechir Gemayel, quien ha sido invitado a visitar Arabia Saudí para discutir el texto del acuerdo.

Las gestiones diplomáticas saudíes intentan, por último, encontrar una solución árabe a la crisis libanesa, con la participación de todos los países de la región. En este sentido, los dirigentes de Ryad llegan incluso a una reaproximación a un régimen tan lejano políticamente a ellos como es el de Siria.

Mientras todos los esfuerzos de Arabia Saudí se dirigen a alcanzar una salida negociada al conflicto de Líbano, otros Gobiernos del Golfo preconizan medidas más radicales. El Consejo Federal (parlamento) de los Emiratos Arabes adoptó una resolución, en la que se solicita una cumbre árabe que elabore un plan militar conjunto para la defensa de los intereses árabes. Esta cumbre debería también, según el Consejo Federal de los Emiratos, imponer sanciones económicas contra los Estados Unidos y los "países que sostienen al enemigo sionista", tales como la retirada de las inversiones árabes y la suspensión de las exportaciones de petróleo.

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