Los 'no alineados' se reunirán el martes en Nicosia
El Gobierno chipriota dió luz verde ayer a la celebración en Nicosia, a partir del próximo martes, de una reunión extraordinaria del Movimiento de Países no Alineados para discutir la invasión israelí de Líbano, según informa desde Nicosia la agencia Efe.La reunión de ministros de Asuntos Exteriores será inaugurada por el presidente de Chipre, Spiros Kiprianu, y durará hasta el jueves. La iniciativa de la convocatoria corresponde al presidente en ejercicio del movimiento, Fidel Castro. Según fuentes palestinas, el líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat, había pedido al jefe del Estado cubano que convocase la reunión de ministros de Asuntos Exteriores.
El Gobierno argelino había propuesto horas antes que la reunión se celebrara en su país, según informa desde Argel Manuel Ostos.
Cuba, India, Yugoslavia y otros países del movimiento tercermundista habían sido contactados por los dirigentes argelinos para organizar esa conferencia, entre cuyos objetivos figuraría la adopción de medidas económicas coercitivas contra Estados Unidos, debido a la "parcialidad criminal" de éstos en la crisis del Líbano.
A pesar de la celeridad con que se precipitan los acontecimientos en la capital libanesa, los argelinos continúan su acción diplomática en favor de la Organización para la Liberación de Palestina, en tres direcciones concretas: la Liga Arabe, el Movimiento de Países no Alineados y la Organización de Naciones Unidas. Con respecto a la primera organización, el jefe de la diplomacia argelina,Talev Ibrahimi, ha solicitado oficialmente al presidente francés, François Mitterrand, la continuación de los esfuerzos que hace París para obtener la retirada de las fuerzas israelíes que ocupan Líbano.
Oficiosamente, los argelinos desestiman la eventualidad del traslado a Argel de la dirección política de la Organización para la Liberación de Palestina, por dos razones básicas: la lejanía del teatro de operaciones en el que continuan evolucionando los fedayin y la necesidad de seguir manteniendo una parte de esa dirección, por lo menos, en países árabes limítrofes de Israel, para demostrar que el mundo árabe, a pesar del desastre que representa la invasión de Líbano, rechaza la constitución de una zona estanca en tomo al territorio judío.
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