La Caja de Ahorros de Cataluña compra la de Crédito Mutual
La Caja de Ahorros de Cataluña podrá iniciar una tímida expansión de sucursales en Baleares al dar el Ministerio de Economía luz verde a la compra de la Caja de Crédito Mutual, entidad en crisis y cuyas negociaciones han durado varios meses como consecuencia de la negativa de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA) a aceptar que dichas instituciones abran oficinas fuera del ámbito geográfico en el que tradicionalmente han operado.El Ministerio de Economía publicó ayer una orden en el Boletín Oficial del Estado en la que se autoriza a que cuando sea adquirida una entidad de depósito por otra que actúe en ámbito geográfico limitado por las disposiciones vigentes -léase cajas de ahorro- y "la personalidad vigente de aquélla quedara subsumida en la de la entidad adquirente, ésta podrá excepcionalmente, con autorización del Ministerio de Economía y Comercio, y previo informe del Banco de España, operar fuera de su ámbito geográfico manteniendo las oficinas operativas que la entidad adquirida o participada tuviera, con un número máximo de tres".
Con esta orden se da un paso más en la polémica existente en el seno de las cajas de ahorro sobre las posibilidades de expansión de las mismas fuera de las zonas geográficas tradicionales. En una, asamblea de las cajas se discutió la posibilidad de modificar la actual normativa de expansión fuera de las provincias, regiones o nacionalidades donde operan las cajas, planteándose esta cuestión por parte de las grandes, que vieron el año pasado muy comprimidas sus posibilidades de crecimiento de oficinas al estar ya prácticamente en todas las localidades.
Marco geográfico
En Cataluña, donde no hay grandes bancos de capital autóctono y donde la banca nacional no ha logrado obtener una cuota de mercado similar a la que mantiene en el resto del país, las cajas son las instituciones financieras más importantes y se encuentran en la actualidad con que su capacidad de expansión está limitada por el propio marco geográfico en el que se desenvuelven. De ahí su deseo de ver modificada la normativa sobre expansión, negociada hace meses con el Ministerio de Economía, para poder salir de su zona de influencia.Las negociaciones llevadas a efecto con motivo de la solución inicialmente pensada para Fidecaya -que se habría integrado en la Caja de de Ahorros de Cataluña de haber dado resultados positivos- permitían la expansión de las cajas fuera de sus lugares habituales en un número de oficinas que como máximo sería el 5% del total de las que tuvieran cada una de ellas. De esta forma seguían teniendo un fuerte peso específico en las zonas donde surgieron y las cajas grandes veían aumentadas sus ahora escasas posibilidades de expansión. Con la orden publicada por el Ministerio de Economía, y en función de que una caja de ahorros adquiera una entidad en dificultades, se abre la posibilidad de expansión, aunque de forma mucho más limitada de lo inicialmente previsto.
