La Línea pide ayuda económica y apertura limitada de la verja

La Asociación de Pequeños y Medianos Empresarios de La Línea de la Concepción (APYMEL), tras el aplazamiento sin fecha de la apertura de la verja con Gibraltar, ha solicitado al Gobierno que reconozca la "deuda que el pueblo español tiene con esta ciudad", la declare zona catastrófica y apruebe la concesión de préstamos por valor de 1.500 millones de pesetas, entre otras medidas contenidas en un escrito que miembros de una comisión encabezada por el alcalde de dicha localidad gaditana, Juan Carmona, entregaron ayer al ministro de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez Llorca.Además del reconocimiento de La Línea como zona catastrófica, la APYMEL pide la concesión de préstamos por valor de 1.500 millones de pesetas, con el 20% de subvención a fondo perdido y amortización del 80%. restante en tres años al interés legal del 8%.; demora durante un año, sin intereses ni recargos, de las cuotas de la Seguridad Social; autorización definitiva de venta de inmuebles a extranjeros para fomentar la construcción y el turismo; pago de las indemnizaciones que en su día plantearon los ex comerciantes linenses en Gibraltar; estudio sobre la posible conversión en zona franca de La Línea y de la posibilidad de aprovechamiento de la compañía naviera Crinavis (Sistemas Navales y Criogénicos), para absorber unos mil puestos de trabajo, y apertura de una "pequeña puerta" que posibilite el paso de familiares o de personas en casos especiales.

Cuando la comisión regresó a La Línea, sobre las 19.30 horas, hubo una masiva concentración en la Plaza de la Constitución. El alcalde informó del encuentro con Pérez-Lorca, quien le ha prometido llevar el tema a un próximo Consejo de Ministros. A la espera de una solución, el alcalde dijo que el ayuntamiento suspendería cada día sus actividades, entre las 12 y las 13.00 horas, y si en dos semanas no han una respuesta efectivo por parte de la Administración, habrá nuevas suspensiones de las actividades municipales.

Previamente, los comercios de la ciudad habían cerrado sus puertas, para que la gente pudiera acudír a la concentración de bienvenida a la comisión que regresaba de Madrid. Por la noche, de 11.00 a 11.05 horas hubo un simbólico apagón en toda la ciudad, que fué secundado masívamente.