El ocaso de la estrella
La reciente muerte de Fassbinder puede provocar que ésta, su penúltima obra, sea entendida como síntesis de las circunstancias privadas del autor. La ansiedad de Veronika Voss colabora en esa posibilidad al alternar el mundo del cine con los problemas de la droga, entornos en los que Fassbinder desarrollaba sus inquietudes. Aunque, como cualquier obra, ésta refleje también motivaciones de quien la crea, La inquietud de Veronika Voss quedaría devaluada con ese prisma. Ante todo es una película que conecta con el proyecto de análisis general de la reciente historia de Alemania Occidental que su realizador había comenzado ya en otras películas anteriores (El matrimonio de Maria Braun, Lili Marleen, Lola) que ningún dato ofrecían respecto al cine o la droga.Estamos, pues, de nuevo, ante una crónica social en la que se denuncia la corrupción sobre la que se instaló la nueva Alemania de posguerra. Si en Lola, por ejemplo, la hipocresía de los salvadores de la patria quedaba desvelada por su venal compórtamiento alrededor de una prostituta de lujo, en Veronika Voss esa misma hipocresía se concreta en el caso de una vieja actriz de cine que recurre a la morfina como forma ole superar la frustración de sus tiempos de olvido. La distribución de la droga no tenía en los años cincuenta, según cuenta Fassbinder, las facilidades actuales; la organización que sustentaba el servicio debía pasar por. un ocultamiento más sofisticado. En él se incluye la antigua actriz cediendo, para calmar su ansiedad, todo lo que posee.
La ansiedad de Veronika Voss
Director: Rainer Werner Fassbinder. Guión: Peter Marthesheimer y Pea Frohlich. Música: Peer Raben. Fotografia: Xaver Schwarzenberger. Intérpretes: Rosel Zech, Hilmar Thate, Annemarie Düringer, Doris Schade, Cornelia Froboess. Drama. Alemana, 1982. Local de estreno: Alphaville
El esquema dramático de la película se concreta en el melodrama, tal como ya había hecho Fassbinder en otros títulos. En esta ocasión es el confuso sentimiento amoroso de un periodista especializado en deportes el que desencadena el descubrimiento de la auténtica vida de Veronika Voss. La contradicción de sus emociones sirve de eje argumental a la historia; no alcanza ésta, sin embargo, la brillantez de algunas películas anteriores. El guión se hace débil al analizar las circunstancias de sus protagonistas, desarrollando más un posible suspense, rápidamente aclarado en la propia película, que las emociones de las víctimas. El melodrama se debilita, y la crónica política no tiene capacidad de abarcar cuanto apunta, a causa precisamente de esa sumisión melodramática.
Da la impresión de que La ansiedad de Veronika Voss es una películapuente, realizada con rapidez, sin suficiente reflexión, lo que, por otra parte, no es algo excepcional en el cine de Fassbirider. Cuando la película fue premiada en el último festival de Berlín, parte del público protestó por ello, al considerar que el mismo autor había dado obras de más envergadura y que, lógicamente, era posible exigirle mayor rigor. Una protesta inútil puesto que, por un lado, no era fácil encontrar en aquel festival mejores títulos y que, por otro, gran parte de las películas de Fassbinder han sido apuntes de trabajos futuros (que nunca realizó) antes que obras cumplidas.
En ese sentido, La ansiedad de Veronika Voss supone un excelente ensayo. La fotografía en blanco y negro, la ajustada interpretación de los actores, la partitura musical, a la que Fassbinder añade como telón de fondo el sonido constante de una emisora de radio que ayuda a situar la época de la película, al tiempo que le confiere un sabor característico, son muestras de su dominio cinematográfico. Fassbinder era un hombre talento, aunque no siempre realizara obras maestras. Cuando iba a comenzar su etapa de madurez, ha interrumpido violentamente su carrera.
Babelia
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