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Médico de Tenerife, acusado de amenazar a sus subordinados

Los médicos de servicio a las órdenes del doctor José Miguel Zerolo, jefe del departamento de Obstetricia y Ginecología de la residencia sanitaria de Nuestra Señora de la Candelaria, de Tenerife, han acusado a éste de haberles sometido a vejaciones y amenazas, de persecución y coacción, y de trasladarles a otro trabajo a capricho. Al mismo tiempo, la junta de gobierno de dicho centro decidió informar favorablemente una ampliación de plantilla solicitada por Zerolo, pese a conocerse el incumplimiento de los horarios en el departamento y existir en el mismo un sistema de compensación horaria no autorizada. Se sabía asimismo que el doctor Zerolo y el doctor Mesa, jefe de servicio, abandonaban éste a primera hora de la tarde para trabajar en otros centros sanitarios.El doctor Zerolo, conocido por haber arrojado un tumor recién extraído por la ventana, es accionista del Centro Médico-Quirúrgico, clínica privada a la que acude por las tardes, lo que no le impide ocupar la presidencia provincial de Alianza Popular en la provincia. El episodio del tumor cuyo contenido, al reventar, cayó en parte sobre un armario de útiles clínicos, fue aireado por la prensa en su día. Zerolo explicó que había tenido que hacerlo porque la enfermera no había estado atenta para darle una batea con paño estéril.

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En otra ocasión, enfermeras de Ginecología afirmaron en un escrito que Zerolo arrojó un bisturí a la instrumentista.

Al parecer, el doctor Zerolo, que ha rehusado hacer comentario alguno sobre estos incidentes, alegando que no puede opinar sobre cuestiones relacionadas con la Seguridad Social sin autorización del director del centro, no ve buenos ojos que sus subordinados realicen determinadas operaciones que se reserva para él, aunque en ocasiones se acumulen y haya que efectuarlas en otros centros. El doctor Francisco Trujillo, del que Zerolo había dado parte por bajo rendimiento, se sorprendió de que, tras haber operado a más de 3.000 enfermos en la residencia durante dieciseis años, Zerolo únicamente le hubiera designado una enferma para intervenir en los dos últimos meses.

Otro médico, Arnaldo Díaz Sabina denunció que el jefe de servicio, doctor Mesa Rivero, brazo derecho de Zerolo, le había obligado a provocar un aborto en contra de su conciencia.

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