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La guerra agrava más la situación de la economía israelí

Las consecuencias económicas negativas de la guerra israelí en Líbano parecen superar las previsiones más pesimistas formuladas hasta ahora y ponen en peligro el frágil equilibrio sobre el que se asienta la economía del Estado de Israel.De forma inmediata, los resultados de esta guerra se manifiestan en una aceleración vertiginosa de la inflación (que será sensible dentro de algunas semanas), el marasmo total en la estación turística, el descenso considerable de las exportaciones y una hemorragia muy grave en las reservas de divisas del Banco del Estado.

Hace algunos días, el ministro de Comercio e Industria, Gideon Patt, estimaba que e costo de la operación militar en Líbano se elevaría a mil millones de dólares (más de cien mil millones de pesetas). Los expertos, por su parte, habían valorado los gastos provocados por esta guerra en unos cien millones de dólares (diez mil millones de pesetas) diarios.

Teniendo en cuenta que el presupuesto anual israelí es de 14.000 millones de dólares, de los cuales 2.185 millones proceden de la ayuda económica norteamericana, sería suficiente que el Ejército de Israel mantuviese su presencia en Líbano durante poco más de un mes con sus efectivos actuales para que esta ayuda se vea completamente utilizada.

Es muy dudoso que ahora Estados Unidos quiera, nuevamente, contribuir a la financiación del esfuerzo de guerra israelí, aunque sólo fuese a causa de las dificultades económicas por las que atraviesa la Administración del presidente Ronald Reagan.

En cuanto a la contribución financiera de las organizaciones israelitas en el mundo, resulta ridícula desde hace varios años en relación al presupuesto isrelí, dado que asciende únicamente a 340 millones frente a los 14.000 millones de dólares del presupuesto, es decir, menos del 3%.

El ministro de Hacienda, Yoram Aridor, ha dado algunos datos sobre el costo de la actividad bélica, citando el gasto provocado por "una hora de operaciones" de ciertas armas: 15.400 dólares para un avión F-16, 4.000 dólares para un avión de transporte, 1.800 dólares para una lancha portamisiles, 500 dólares para un solo carro de combate, 1.100 dólares por cada disparo de proyectil de 175 milímetros y 450 dólares por cada tiro de cañón de carro de combate.

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