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La contaminación de la mayoría de las playas españolas es de procedencia fecal por vertido de residuos

La contaminación de un gran número de playas españolas, según los estudios bacteriológicos realizados, se concreta en gérmenes de procedencia intestinal humana. Los datos sobre enfermedades infecciosas entéricas (pertenecientes o relativas a los intestinos) en esas zonas no se corresponden, sin embargo, con el nivel de esta contaminación fecal, debida principalmente al vertido de residuos, según ha declarado a El PAIS el director general de Salud Pública, Angel Fernández Nafría. Esta contaminación, evaluada por los datos recogidos tras la temporada estival del año pasado, es vigente para el año actual, si en los últimos meses no se han tomado medidas correctoras, de lo cual no hay constancia en la Administración.

El control sanitario de las playas corresponde actualmente a los entes autonómicos y preautonómicos, en función de las transferencias de competencias efectuadas, ha explicado a este periódico Fernández Nafría. La normativa a seguir en estos casos, según las normas dictadas por la Administración central, fijaba un análisis de muestras a realizar dos veces al mes en invierno, y una por semana en verano, pero el cumplimiento de esta normativa queda ahora a criterio de los entes autonómicos y preautonómicos.Los análisis de las aguas de las playas son de tipo bacteriológico, de acuerdo con las recomendaciones de la OMS. No se practican análisis químicos, porque exigen laboratorios sofisticados, que no existen en provincias.

No hay correlación entre esta contaminación y la incidencia de patología por este tipo de gérmenes, según las conclusiones de un estudio en muestras de población en las zonas urbanas de playas más contaminadas. La explicación, añade el director general, parece estar en el hecho de que los gérmenes fecales detectados no son patógenos si no se ingieren, es decir, si no se bebe el agua que los contiene, como suele ser el caso del agua del mar.

Dicho estudio señala que la incidencia de las enfermedades de tipo entérico, propias de los gérmenes fecales detectados, no se corresponde con el nivel de contaminación del agua.

Esta contaminación, no obstante, y según valoración de Fernández Nafría, entraña un riesgo en sí misma, además de que puede haber otras contaminaciones por elementos que no se buscan en los análisis, como hongos o levaduras, que pueden producirse tanto en el agua como en la arena húmeda. Las infecciones de este tipo pueden ser transmitidas por el uso de toallas, esterillas o colchones comunes,etcétera. Pero hay que distinguir, señala Fernández Nafría, entre este riesgo y un alto riesgo, que no parece deducirse de los datos.

En años anteriores, según el director general, se han puesto algunas sanciones por incumplimiento de las normas sobre vertidos de residuos, pero no están actualizados los datos a este respecto, si bien constan en archivos, según el director general. "La responsabilidad en la autorización de los vertidos", añade, "corresponde a los ayuntamientos, y también tiene parte de competencia Obras Públicas, si no ha sido traspasada a los entes autonómicos".

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El estudio del estado de contaminación de las playas se inició en 1978. En alguno de estos últimos años ha habido desautorización del baño en determinadas playas, pero, según Fernández Nafría, es discutible el establecer esta prohibición. Según su criterio, es prácticamente imposible acotar una playa, y, por otra parte, el público desea bañarse donde mejor le parece.

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