La ultraderecha, sospechosa de los atentados contra centros militares

La policía sospecha de activistas de extrema derecha como los responsables de la colocación de cuatro bombas que hicieron explosión en Madrid en la madrugada de ayer en otras tantas instalaciones del Ministerio de Defensa. La Brigada Regional y la Brigada Central de Información poseen indicios que les llevan a dirigir las investigaciones sobre grupos ultras. Uno de los factores que llama la atención policial es el carácter semidesconocido de algunas de las instalaciones objeto de atentado, si bien dos de ellas fueron, al parecer, mencionadas en el transcurso de la vista del juicio por la rebelión militar del 23-F.Los centros militares afectados por las explosiones forman parte de un esquema considerado marginal por el Ministerio de Defensa. Según la nota oficial del Centro de Relaciones Informativas y Sociales de la Defensa (CRISDE), una de las instalaciones, la de la calle de López de Hoyos, se encuentra ya fuera de servicio y era un laboratorio electrónico. Otras dos podrían ser centros de actividad del CESID, y en la cuarta, la situada en la calle de Miguel Aracil, según la nota oficial, se imparten diversos cursos a personal militar y a sociedades civiles dedicadas a la especialidad de técnicos de seguridad.

Ha llamado la atención asimismo la facilidad con que han sido colocadas las cuatro bombas en instalaciones militares, siempre dotadas de una mayor vigilancia, directamente encomendada a la autoridad militar.

Por otra parte, la Triple A se ha responsabilizado, en llamada efectuada a este periódico, de dos atentados cometidos en Torremolinos contra dos autobuses escoceses junto al hotel donde están alojados grupos de seguidores del Mundial de Fútbol.

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