Trabajo de la OIT sobre la situación de la mujer en España

En la actualidad, la mujer en España tiene el derecho consagrado por la ley, de acceder a todas las profesiones, excepto a las relacionadas con las Fuerzas Armadas, aunque es previsible en un futuro más o menos próximo su ingreso a estas últimas, según un trabajo publicado en la revista internacional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Se constata asimismo que su incorporación al mundo del trabajo ha sido más lenta que en la mayoría de los países europeos, a causa del nivel más bajo de industrialización del país, y también de una mentalidad tradicional en lo relativo a la distribución de las tareas y pautas de conducta para ambos sexos.Se indica, por otra parte, que a partir de los años sesenta, la participación de la mujer en las tareas productivas ha aumentado a un ritmo creciente que se mantiene en la actualidad, a pesar de la crisis económica; paralelamente, se observa que se transforma su papel en la sociedad y en la familia.

Otra observación es que esta evolución ha repercutido en el contenido de la legislación, distinguiéndose el paso de una primera etapa proteccionista, a una segunda de plena equiparación con el hombre, en sus derechos personales, civiles, políticos laborales y profesionales, afirmándose que esta etapa "antidiscriminatoria" culminó con la promulgación, en octubre de 1978, de la Constitución española, que consagra el principio de la igualdad de derechos.

Se indica que, sin embargo, la participación de la mujer en la vida política y sindical es todavía muy limitada: "Sólo en fecha reciente, yo por primera vez desde hace cuarenta años, ha ocupado una mujer el cargo de ministra en el Gobierno; en las Cortes Generales su participación en ambas Cámaras representa apenas el 4,18%.

El estudio sobre la participación femenina revela estas otras siguientes conclusiones:

"En los sectores secundario y terciario su actividad se encuadra en puestos de trabajo poco calificados, o en los considerados como "especialmente femeninos", con bajos salarios y escasas posibilidades de promoción. Distinta es su situación entre los profesionales y técnicos superiores de la población activa ocupada en todos los sectores, donde la mujer, en el último trimestre de 1975, representaba el 36,1%, y había ascendido al 42,5% en igual período de 1979. No ocurre lo mismo con los puestos directivos, donde su presencia llega sólo al 2% aproximadamente en la industria, y al 3%, en los servicios".

El artículo pasa revista a la situación laboral de la mujer en España, a partir de un análisis de la legislación protectora, la seguridad social, las remuneraciones, la proteccción de la maternidad y aspectos similares, Su conclusión es que todavía subsisten en el campo de la seguridad social discriminaciones hacia la mujer, favorables o adversas, pero en todo caso contrarias a los principios del estatuto de los trabajadores.

En lo que se refiere a la mujer en el empleo, concluye que su actividad se central, fundamentalmente, en actividades de escasa calificación, bajos salarios y generalmente en sectores en crisis, y que su acceso a puestos de trabajo de mayor responsabilidad y calificación se ve frenado por los efectos de la crisis económica.