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El déficit publico puede devolver a la ecnomía española a la situación previa a los Pactos de la Moncloa de 1977

El fuerte crecimiento del déficit de las Administraciones Públicas, que a juicio de todas las fuerzas sociales puede rondar y aún superar el billón de pesetas a finales de 1982, amenaza con devolver a la economía española a la situación de 1977 -previa a los Pactos de La Moncloa- con el agravante de unas peores perspectivas de ajuste (hay ya más de dos millones de parados en nuestro país). En los últimos días economistas, políticos, empresarios y banqueros, han denunciado esta situación; pero como ha dicho el ministro de Hacienda "sin aportar soluciones para reducir el déficit" y olvidando sus propias cotas de responsabilidad en el mismo. El vicepresidente del Gobierno para Asuntos Económicos, Juan Antonio García Diez, y el titular de Hacienda, Jaime García Añoveros, a la vista de esta situación, están manteniendo reuniones para estudiar el déficit, sus causas y sus posibles soluciones.

Políticos como Francisco Fernández Ordoñez, Enrique Barón o Joaquín Almunia, instituciones como la Asociación Española de Banca Privada (AEB) o la CEOE, relevantes personalidades como Alfonso Escámez (presidente del Banco Central), Luis Coronel de Palma (director de la Confederación Española de Cajas de Ahorro) o José Antonio Segurado (vicepresidente de CEOE y presidente de la patronal madrileña CEIM), y hasta el propio gobernador del Banco de España, José Ramón Alvárez Rendueles, han llamado la atención -desde distintos intereses y diferentes ideologías- sobre la preocupante evolución del déficit.

Medio billón de apelación al Banco de España

Jaime García Añoveros, titular del Ministerio de Hacienda, y chivo expiatorio de las generalizadas críticas a un déficit que es responsabilidad de toda la sociedad y en último término el resultado de decisiones colegiadas del Gobierno, expuso hace unos días el Avance de la Ejecución del Presupuesto del Estado para el periodo enero-abril de 1982. Según este avance la apelación global del sector público al Banco de España se situó en el primer cuatrimestre en 553.000 millones de pesetas.La recaudación líquida para el periodo enero-abril, descontando los ingresos financieros, ascendió a 638.489 millones de pesetas, con una tasa de incremento del 10,4% y un porcentaje de realización presupuestaria del 22,5%, frente al 24,9% del mismo periodo del año anterior. El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), y el Impuesto Especial de Petroleo han contribuido de forma notable -según Hacienda- al menor grado de realización presupuestaria en el periodo transcurrido de 1982.

La baja recaudación en IRPF se debe a dos causas diferentes (demora de la Seguridad Social en la transferencia de retenciones por trabajo personal e incremento de las devoluciones por el impuesto en comparación con igual periodo del año anterior). Estas causas totalizan un desfa se de recaudación de cerca de 40.000 millones de pesetas. Por otra parte también se debe la baja recaudación a desfases estacionales de los ingresos que efectúa Campsa y que en el periodo enero-abril se sitúan en 20.000 millones de pesetas. Ha habido una cierta compensación, sin embargo, en la mayor recaudación procedente del Impuesto de Tráfico de Empresas (68.618 millones de pesetas, un 87,8% más que en igual periodo de 1981). Los pagos del Estado en el primer cuatrimestre, por otra parte, ascendieron a 1.139.134 millones, lo que representa un 32,7% de incremento. Esta alta tasa de crecimiento se deriva fundamentalmente de pagos del ejercicio presupuestario de 1982 (los pagos por periodo de ampliación crecen en un 25,3%).

Negro horizonte

A finales de enero el presiden te de la Asociación Española de Banca Privada, Rafael Termes, ante la asamblea ordinaria de su organización adelantó ya la posibilidad de que este año concluya con un déficit público del órden del billón de pesetas. Tan solo hace unos días Alfonso Escámez, presidente del Banco Central, manifestaba ante la junta general de sus accionistas: "Con gran preocupación contemplamos el creciente déficit público, los problemas de la balanza de pagos y el incremento de las disponibilidades líquidas".Desde interes y presupuestos ideológicos muy diferentes, el PSOE ha advertido también sobre la peligrosa evolución del déficit. Para Joaquín Almunia, secretario de política sectorial del partido socialista, el aumento del déficit público puede alcanzar el billón de pesetas a final de año como consecuencia de una falta de control y de rigor por parte del Gobierno en este tema. "El aumento de este déficit", según Almunia, "tendrá repercusiones negativas en todos los sectores económicos del país". El dirigente socialista señaló también que el Gobierno debe abandonar toda tentación electoralista y tratar de realizar una política económica saneada y dirigida a reducir los desequilibrios.

Otro socialista, Enrique Barón, hablaba en estas mismas páginas de "desgobierno del Presupuesto y del déficit, agravado por una política concesiva a los sectores sin criterios claros, soltando además las riendas de las disponibilidades líquidas. El ejemplo más expresivo de esta política quizá es la concesión de préstamos con tipo de interés subvencionado a los agricultores por un importe de 59.000 millones de pesetas, y con el apoyo de folletos impresos en los colores verde y naranja; o la política de subvenciones al segundo aval en las sociedades de garantía recíproca, cuando el Gobierno se cerró en banda en este tema en el debate presupuestario".

Francisco Férnandez Ordoñez, secretario general del Partido Acción Democrática, concluía un artículo suyo en un matutino madrileño, el pasado domingo, de la siguiente forma: "la pregunta final, consiste no en saber si UCD resistirá hasta marzo, sino en qué condiciones va a llegar a marzo la economía española".

El vicepresidente de la CEOE y presidente de CEIM, José Antonio Segurado, fué mucho más allá en sus manifestaciones y acusó al Gobierno la pasada semana de falta de voluntad política para controlar el gasto público.

García Añoveros contrataca

Jaime García Añoveros, ministro de Hacienda, aún reconociendo la gravedad de las cifras del déficit, sostiene que éste es consecuencia de la crisis económica y el resultado de las distintas demandas que ante esta situación plantea la sociedad.Los malos resultados del primer cuatrimestre, a su juicio, no cabe extrapolarlos al resto del año por los siguientes motivos: irregularidades estacionales en ingresos y pagos; percepción en la segunda mitad del año de determinados ingresos (los beneficios del Banco de España, por ejemplo); adelantos a las corporaciones locales sobre posteriores liquidaciones; anticipos a la Seguirdad Social; escasa incidencia a estas; alturas del año de las emisiones de deuda y del endeudamiento exterior; y concentración de los pagos del periodo de ampliación presupuestaria en el primer cuatrimestre.

La manipulación que se está haciendo con fines políticos del déficit hace responder a García Añoveros, sin duda, que "quien afirma que el Gobierno no tiene voluntad política de controlar el gasto público o es un irresponsable que no sabe lo que dice o si lo sabe está mintiendo de forma descarada". El ministro de Hacienda recuerda, a este respecto, la enmienda que presenta todos los años al debate presupuestario el diputado de Coalición Democrática Alfonso Osorio, en la que se pide que se reduzca el déficit en 50.000 millones.

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