Escandaloso veredicto
(...) La sentencia está muy lejos de las condenas ejemplares, mucho más fuertes pedidas por el fiscal.Los estados mayores de los partidos políticos y del Gobierno se han apercibido pronto del aspecto escandaloso del veredicto, la clemencia hacia la mayoría de los acusados y, sobre todo, las once absoluciones pronunciadas por los jueces militares.
No hay que olvidar, sin embargo, el hecho de que el proceso ha podido celebrarse y desembocar en dos condenas de treinta años, lo que constituye una victoria importante para el régimen democrático. El escándalo actual es además muy saludable y la prueba de que el Ejército no ha logrado mantener una posición de fuerza con respecto al poder civil. No es, pues, imposible que la calma vuelva muy pronto gracias, sobre todo, al Mundial: las Fuerzas Armadas quieren olvidar el 23-F y los partidos políticos desean preparar con calma las próximas elecciones legislativas, previstas para la primavera de 1983, pero que podrían celebrarse en otoño, tras la visita del Papa. (...)
4 de junio
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