Barcelona y el pintor, 'un viejo matrimonio de amor'

La donación de 41 cerámicas de Pablo Picasso, realizada por su viuda, Jacqueline Rocque, en el mismo acto de inauguración de la exposición Picasso ceramista, en el Palau Meca, de Barcelona (véase la segunda edición de EL PAIS de ayer), refuerza la vinculación artística del pintor malagueño con la Ciudad Condal, puesta de relieve en la reciente exposición Picasso y Barcelona, en la que se mostraban dibujos y pinturas de su etapa barcelonesa, junto al testimonio de otros artistas, unidos en la amistad y la pasión pictórica. Jacqueline manifestó que "Io de Barcelona y Picasso era un viejo matrimonio de amor".La viuda de Pablo Picasso, Jacqueline Rocque, sorprendió anteayer a Barcelona donando 41 cerámicas del pintor (y no 51 como se informó por error). Con las sencillas palabras "de mis cerámicas son suyas", dirigidas al alcalde de la ciudad, Narcís Serra, formalizó la donación. El alcalde escondió en el bolsillo unas notas que tenía preparadas y dio las gracias a la viuda del pintor visiblemente emocionado. El público irrumpió en aplausos y se pudo ver a la directora del Museo Picasso, Rosa María Subirana, llorar ante ese gesto que cogió a todos por sorpresa.

Esta donación es el cuatro bloque de obras cedidas a Barcelona. El afecto de la viuda por la ciudad a la que su marido estuvo tan ligado toda su vida ha sido puesto de manifiesto en repetidas ocasiones. En estos momentos se está preparando en Vauvenargues (Francia) un gran museo Picasso en el castillo donde está enterrado el pintor.

En la presentación a los medios de información, el consejero de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Rafael Prades, dijo que con esta exposición se cierra en cierto modo el conjunto de las que se han dedicado a Picasso. Sin embargo, de forma paralela se celebrarán próximamente otras dos. La repetición de Picasso y Barcelona, a partir del día 11, cuando se clausure la de cerámica, y la de Fotografias de Roberto Otero sobre el pintor. El alcalde- Narcís Serra dijo que Ia ciudad de Barcelona, como ninguna, quiere sentirse la ciudad de Picasso y ofrecerle un homenaje permanente.

Picasso, que comenzó a trabajar la cerámica coincidiendo con su etapa mediterránea realizó unas 4.000 obras, la mayoría en loza, cerámicas esmaltadas a bajas temperaturas.

A partir de 1947, durante ocho años, Picasso junto a su amigo y colaboraddor Jean Maraine se dedicó casi por completo a la cerámica, hasta tal punto que según explica este "comía en la cocina, pues el resto de la casa estaba abarrotado de piezas a medio crear".