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Las ambiciones del general Sharon preocupan a los militares israelíes

, ¿Aspira el general Ariel Sharon, ministro israelí de Defensa, a tomar el poder? Varios oficiales superiores israelíes, entre ellos algunos de primera fila, han abandonado su tradicional obligación de reserva y multiplican en privado sus advertencias contra las intenciones de Sharon.

En concreto, estos oficiales reprochan al ministro de Defensa del impedir la discusión en el seno del Estado Mayor, de ignorar sistemáticamente la opinión de oficiales responsables -generales y coroneles- cuando su punto de vista no coincide con el suyo.En contra de Sharon todos los generales israelíes, incluido el jefe de Estado Mayor general Rafoul Eytan, se opusieron, por ejemplo, al desencadenamiento de la represión contra los drusos en el territorio anexionado del Golán, cuyas consecuencias están resultando desastrosas para el Estado hebreo.

"Nunca hemos cometido tantos errores en tan poco tiempo de cara a una población inicialmente bien predispuesta con nosotros y en una zona geográfica de gran importancia estratégica, en la que Israel sigue siendo especialmente vulnerable", afirma un general de reserva, ex jefe. de los servicios de información militares.

Por su parte, un oficial israelí de alto rango, que prefiere permanecer en el anonimato, declaró: "Sharon está borrando todo aquello que el ejército había aprendido y cambiado tras las críticas formuladas por la comisión Agranat", que hizo público su informe tras la guerra del Kippur en octubre de 1973.

"Una vez rnás", agrega, "se quiere imponer un solo concepto estratégico al ejército al ahogar y ridiculizar el pensamiento independiente, el espíritu crítico, tanto a nivel de Estado Mayor como a niveles subalternos".

En segundo lugar, los mencionados oficiales reprochan también a Sharon el haber eliminado a los mejores candidatos capaces de sustituir el año próximo al general Rafoul Eytan al frente del Ejército israelí.

Sharon ha elegido para el cargo de jefe del Estado Mayor al general Moshe Levy, "personaje mediocre, cumplidor, pero carente de imaginación, sin gran personalidad y con fama de dócil", y se esfuerza por obtener la aprobación del primer ministro, Menájem Beguin, argumentando que el nombramiento de un jefe de Estado Mayor de origen iraquí atraerá aún más votos de los judíos orientales. El ministro de Defensa, añaden sus adversarios, se rodea de colaboradores aduladores que potencian el culto de su personalidad.

Por último, algunos oficiales superiores que frecuentan a Ariel Sharon recalcan la megalomanía del ministro de Defensa, que parece convencido de que su destino consistirá en "salvar al país", dado el empeoramiento de la salud de Menájem Beguin, que le obligará a abandonar el poder. O, acaso, cuando todavía no haya renunciado al poder.

En esta perspectiva, Sharon intenta colocar a sus hombres en puestos claves en el ejército y no duda en imponer a oficiales adictos a su persona en detrimento de otros más capaces y competentes. Esta actuación ha sido considerada lo suficientemente indignante como para que algunos oficiales informen directamente a Menájem Beguin. Todo esto explica engran parte los esfuerzos realizados recientemente por Menájem Beguin para formar un Gobierno de unión nacional con los laboristas, en el que el ex primer ministro y ex jefe de Estado Mayor durante la guerra de los seis días, en 1967, Itzhak Rabin, hubiese ocupado la cartera de Defensa.

En los círculos castrenses israelíes se comenta: "Menájem Beguin, a pesar de las divergencias políticas, siempre ha tenido mucha estima por Itzhak Rabin. En cambio, empieza a desconfiar de Ariel Sharon".

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