PSOE, PCE y Acción Democrática denuncian que la información de TVE no es veraz, pluralista ni imparcial

La sesión de la Comisión de Control de Radio Televisión Española con el director de TV, Manuel Calvo Hernando, y con el responsable de los Servicios Informativos, Joaquín Castro Beraza, celebrada ayer en el Congreso de los Diputados, se convirtió en un diálogo de sordos. PSOE, PCE y los diputados de Acción Democrática, del Grupo Mixto, recalcaron una y otra vez, en las casi tres horas que duró la reunión, que la imagen de España ofrecida por Televisión y la imagen real del país no tienen nada que ver, porque la información que se ofrece por este medio ni es veraz, ni pluralista, ni objetiva, ni imparcial, mientras que los dos directivos de TV defendían todo lo contrario: no se reciben consignas políticas, no hay censura, y los programas informativos se rigen exclusivamente por criterios de profesionalidad.

La convocatoria de la Comisión de Control parlamentario de ayer obedecía al escrito que los 180 profesionales del medio remitieron al consejo de administración del ente público para denunciar que la información estaba manipulada y que se primaba la docilidad frente a la competencia profesional.En la primera parte de la sesión, los grupos parlamentarios interpelaron al director de Televisión, Manuel Calvo Hernando, sobre si se cumplía o no el estatuto del ente, a lo que éste respondió que sí se cumplía, que la información "no está sesgada en términos generales, salvo las excepciones que hayan de mantenerse"; que no existían censura ni tergiversación de los hechos en RTVE y que él, "como hombre de honor", según dijo, no tomaba en cuenta la ideología de sus colaboradores, a quienes calificó como excelentísimos profesionales.

Negó asimismo Calvo Hernando que el director general del ente, Carlos Robles Piquer, hubiera facilitado versiones escritas de su puño y letra a los responsables de los informativos, respondiendo a una pregunta en este sentido efectuada por la diputada comunista Pilar Brabo. "No obstante", añadió Calvo, "este derecho lo tiene cualquier director de un medio informativo. Yo mismo lo he hecho en mis anteriores etapas profesionales". Esta apreciación fue contestada por la diputada comunista: "Eso puede ser admisible en un medio privado, pero nunca en un medio estatal, que representa a la pluralidad ideológica de la nación".

Los grupos parlamentarios -a excepción de UCD- insistieron, sobre todo frente al director de los informativos, Joaquín Castro Beraza. El representante de la Minoría Catalana, Josep López de Lerma, le preguntó: "¿Quién fija los criterios informativos de TV? ¿Usted, el director de Televisión o el director general del ente? Y, a su juicio, ¿qué le sobra y qué le falta a los informativos?"

Joaquín Castro Beraza no contestó a estas preguntas. Se limitó a indicar que él nunca había prohibido nada a sus colaboradores y subordinados. El diputado de Coalición Democrática Antonio Senillosa, le interpeló sobre su responsabilidad al redactar un primer escrito de apoyo a Robles Piquer, firmado por 32 directivos, y si esto no había servido para desencadenar una auténtica guerra de cartas. Castro Beraza respondió que él, pese a haber sido el primer firmante de dicho escrito, se limitó a pasársela a "dos o tres directores de programa y a contactar con algunas otras personas, que, al final, no pudo localizar, como fue el caso de Mariví Romero, que se hallaba realizando un programa.

Imágenes de Calvo Sotelo

Javier Moscoso, de Acción Democrática, le hizo a continuación las siguientes preguntas: "¿Es casualidad que durante la campaña electoral andaluza se haya sacado siempre por Televisión al presidente Calvo Sotelo en ermitas, misas e iglesias, como si pidiese ayuda sobrenatural para formar la mayoría natural? ¿Por qué se han incrementado los cargos directivos de 121 en la etapa Castedo a 207 en la actual, si la mayoría de ellos aparece uno o dos días a la semana por TVE y se embolsan un plus mensual de 125.000 pesetas? ¿No considera coactivo que desde su posición de jefe pase un escrito a sus subordinados para que lo firmen?, y, finalmente, ¿es cierto que el vicepresidente Martín Villa les prohibió que ofrecieran información sobre el congreso constituyente del PAD?"

A todo ello respondió Beraza que las imágenes de Calvo Sotelo durante la campaña las eligieron los profesionales; que él no había recibido ninguna orden de Martín Villa, y en cambio, sí se había ofrecido información del Partido de Acción Democrática y sobre el último libro de Francisco Fernández Ordóñez, y que los cargos directivos no se habían incrementado, sino que, simplemente, se había cambiado la nomenclatura.

"Yo creo que hay directores que, pese a cobrar este plus de 125.000 pesetas, junto con las 180.000 mensuales que perciben, cobran poco", dijo Castro Beraza, "porque el director del informativo de las tres de la tarde, Joaquín Arozamena, es cierto que a las 15.30 se marcha a su casa, pero el director del informativo de las nueve de la noche llega a las diez de la mañana, come allí y se: va pasadas las diez de la noche. Y el responsable del informativo Ultimas Noticias, Alberto Delgado, llega por la mañana temprano y se va casi a la una de Prado del Rey".

La diputada socialista Ana Balletvó le requirió sobre si eran ciertas unas declaraciones suyas, efectuadas a la revista oficial de televisión, Telerradio, en el sentido de que "Televisión es de todos, pero un poco más del Gobierno". Beraza manifestó que él "no era tan palurdo" para decir una cosa así, y que "si tuviera que rectificar todo lo que se me atribuye y no he dicho, emplearía demasiado tiempo para hacerlo". Pilar Brabo puso sobre la mesa el caso del director de los informativos de los fines de semana, Arigel Urreiztieta, que simultanea este cargo con la jefatura de Prensa del Ministerio de Trabajo. Beraza respondió que cuando él llegó a TVE se encontró la situación de Urreiztieta como un hecho consumado.