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El comité de la residencia de Cruces, contra la contratación de guardias jurados

La contratación de un equipo de guardias jurados, armados con porras y revólveres, por parte de la dirección de la residencia sanitaria de Cruces, el mayor centro asistencial de Vizcaya, es considerada por el comité de empresa de dicho hospital como una medida deshumanizadora, perjudicial para la relación médico-enfermo, ineficaz de cara a pequeños robos y potencialmente peligrosa dado el material disuasivo de que disponen los guardias.Oficialmente, la dirección ha justificado la medida por la necesidad de "defender a los trabajadores sanitarios de las posibles agresiones de los enfermos o familiares".

El comité de emprensa encuentra inconsistente tal argumentación de la dirección y piensa, por el contrario, que la verdadera función de los guardias jurados es la de "servir de policía privada a la dirección, para reprimir a los trabajadores del centro", y para "imponer a la brava sus criterios a los trabajadores".

Como ilustración de esta opinión, una nota difundida la semana pasada por el comité de empresa cita la celebración, el martes día 25, de una asamblea de trabajadores en el hall del hospital a la que se presentaron en un momento dado los guardias jurados con la orden de la dirección de desalojar el lugar "caso de que hubiéramos permanecido por más tiempo allí". El comité de empresa solicita, por todo ello, la supresión de ese servicio, implantado hace escasos meses.

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