Gala Dalí se recupera normalmente, según el médico que la atiende
No se ha confirmado que haya recibido la extremaunción
El párroco de Cadaqués, Ceferino Borrat Sala, negó a mediodía de ayer que él hubiera administrado la extremaunción a la esposa de Salvador Dalí, Gala, de 89 años, que se halla gravemente enferma, aunque no en estado preagónico como había trascendido por la mañana. Anoche, en el programa Directo, directo, de Radio Nacional, el médico que la atiende, el doctor Vergara, declaró que Gala se recupera con normalidad y que su salud no ofrece otros motivos de preocupación que los propios de su avanzada edad. Dijo tambien que tanto Gala como la familia Dalí están muy perturbados por las noticias alarmantes publicadas que se están publicando estos días.La esposa del artista, a la que éste ha mitificado en la literatura y en la pintura, es de procedencia rusa y vivió muchos años en Francia. Los rumores sobre su extrema gravedad, que habían sido desmentidos por sus familiares a principios de esta semana, volvieron a surgir ayer y fueron difundidos por diversas agencias informativas, nacionales y extranjeras. En esta ocasión, y a pesar de que no ha habido confirmación directa alguna, parece que tales informaciones no carecen de fundamento.
Gala Dalí sufrió fractura de fémur hace dos meses, al caerse en su propia residencia. Fue operada en la clínica Platón de Barcelona. A pesar de que dicha operación fue un éxito, la avanzada edad de la paciente provocó en las últimas semanas una crisis postoperatoria que la está llevando a un estado preagónico, según informó ayer a este periódico el presidente del patronato del Museo Dalí de Figueras, Eduardo Puig Vayreda. Ha añadido que en estos momentos Gala sufre pérdidas de lucidez mental a intervalos y su cuerpo padece una fuerte irritación cutánea en muchas de sus partes, por lo que es necesario levantarla con frecuencia para evitar la aparición de llagas.
Las relaciones de Dalí con Gala, decisivas en la vida creativa del pintor, comenzaron en el año 1927, según su biógrafo Max Gerard. Gala estaba casada entonces con el poeta Paul Eluard. Cuando el artista llegó a París entabló amistad con el citado poeta y se enamoró de la que luego sería su mujer.
En el verano de 1929 llegó Gala a Cadaqués, para ver a Salvador Dalí. Logró calmar la fiebre súbita, que le hizo desear la locura, del joven pintor, que entonces tenía veinticinco años y al que ya no abandonó jamás. Gracias a ella, Dalí se convierte en miembro de pleno derecho del grupo surrealista.
La proyección de Un perro andaluz, que el pintor hizo con Buñuel cuando ya Gala había entrado en su vida, provocó algunos escándalos, y Dalí y Gala se marcharon a la Costa Azul. Cuando estalló la segunda guerra mundial ambos se fueron a Norteamérica. Gala se convirtió prácticamente en la administradora general de los bienes de Salvador Dalí y éste le ha venido regalando año tras año algunos de sus mejores cuadros.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.