En prisión el director de 'El Faro de Ceuta' tras publicar una denuncia sobre la policía marroquí

Antonio Luis Ferrer Peña, director de El Faro de Ceuta fue detenido en su domicilio el pasado martes por inspectores de la policía judicial de esta ciudad, en cumplimiento de una orden dictada por el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número dos de Ceuta. Después de permanecer en la comisaría central por espacio de unos diez minutos, el director del diario ceutí, fue trasladado a prisión. Pese a las gestiones realizadas por el abogado defensor de Ferrer Peña, hasta pasadas veinticuatro horas no se tuvo conocimiento de que la detención del mismo obedecía, a un presunto delito de: "Encubrimiento en la revelación de secretos, daños físicos en las cosas y morales en las personas", según comunicaron a éste en la prisión.

Los partidos políticos PSOE, PCE, y los sindicatos CC OO y UGT han hecho público un manifiesto dirigido al pueblo de Ceuta en el que afirman que la detención del director de este periódico, sin haberle comunicado las causas de la misma, atentan contra las libertades individuales que como ciudadano reconoce la Constitución, y contra la libertad de expresión al concurrir en la persona de Antonio Luis Ferrer la condición de director de un medio de comunicación escrito como es El Faro de Ceuta.

La detención del director de El Faro de Ceuta está relacionado, al parecer, con la publicación en este periódico el 20 de mayo pasado, de un documento de denuncia redactado por unos doscientos musulmanes residentes en la barriada ceutí, Príncipe Alfonso, en el que éstos denunciaban la actuación ilegal de la policía marroquí en dicho barrio. El documento había sido enviado al delegado del Gobierno en Ceuta, a finales del pasado año.

El periodista detenido estuvo en la mañana del martes en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2, para solicitar del magistrado juez titular del mismo unas fotografías relacionadas con un homicidio que la semana pasada se había cometido en esta ciudad. En el propio despacho del juez, éste se negó a facilitárselas, comunicándole allí mismo que tenía que declarar sobre un artículo aparecido en su periódico con la fecha antes citada (20 de mayo). Antonio Luis Ferrer le indicó al magistrado que no había existido una citación judicial de por medio, pero que no tenía ningún tipo de reparo en declarar. Las primeras preguntas fueron dirigidas a que revelara las fuentes de información de la persona que le había facilitado el escrito en cuestión, a lo que el director de El faro de Ceuta se negó, basándose en el secreto profesional. Tras estas primeras declaraciones y cuando se encontraba en la redacción del diario fue requerido nuevamente por el Juzgado, usando en esta ocasión el teléfono. En las dependencias judiciales fue sometido a un careo con el primer firmante del documento de denuncia, a quien a las 72 horas de haberse publicado en este medio informativo el escrito, unos desconocidos le quemaron el coche.

El director del Faro de Ceuta fue autorizado a abandonar las dependencias judiciales; hacia las 14.00 horas, sin tener más relación con el caso hasta. que seis horas más tarde se procedió a su detención.

El documento denuncia que publicó El faro de Ceuta el pasado día 20 de mayo, contenía unas declaraciones firmadas por casi doscientos musulmanes en las que se pedía protección judicial a las autoridades españolas, por ser obligados por determinados individuos, residentes en la citada barriada, a cruzar la frontera y declarar por sus actividades proespañolas ante las autoridades marroquíes.

En la denuncia se citaban los nombres y apellidos de: tres vecinos de la barriada Príncipe Alfonso a los que se les acusaba de ser miembros del Movimiento de Liberación de Sebta (MLS), organización de carácter promarroquí que pretende la anexión de esta ciudad por el Gobierno de Marruecos.

Uno de los firmantes contaba como en la vecina población de Castillejos antes de declarar a la policía, el oficial que se encontraba allí de servicio lo dejó volver a Ceuta "salvándome de desaparecer tal y como acostumbran en Marruecos".