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El sevillano Arcenegui presenta en Madrid su primera exposición

El pintor sevillano Manuel Arcenegui ha abierto su primera exposición individual en la galería Kandinsky de Madrid. Junto a su labor creativa, Arcenegui ocupa la cátedra de Concepto y Técnica del color en la facultad de Bellas Artes de San Carlos, en Valencia. Presenta en esta exposición óleos fechados entre 1980 y 1982, en los que se advierten algunos ejemplos de sus últimas alusiones a lo real y la evolución de esta etapa de abstracción estricta."El camino hacia la abstracción ha seguido en mí un proceso lógico, sin saltos, aun cuando haya habido momentos difíciles", comenta Arcenegui. "Yo luchaba con la figuración, pero intentando establecer una ruptura a través de ella misma. De hecho, tendía hacia ciertos temas, como los paisajes urbanos, que me servían de pretexto para esas composiciones cartesianas apoyadas en verticales y horizontales. Así, llegó un momento en el que el soporte figurativo se hizo innecesario y cayó por su propio peso".

La obra de Manuel Arcenegui pasa de una fase expresionista, con cierta preocupación por la materia, a otra de un lirismo más escueto. ¿Por qué? "Eso es fruto de la reflexión, de una búsqueda permanente. Al principio, había un exceso de información en las obras, y yo creo que uno debe transmitir lo que quiere del modo más inmediato. De ahí la necesidad de simplificar, de centrarse en lo esencial".

Arcenegui comparte la creación con una labor pedagógica. ¿Cómo se conjugan ambos aspectos? "Perfectamente. Creo que la enseñanza me enriquece a través del material, humano que debo manejar y las exigencias que éste me plantea. En el fondo, enseñar arte es una pedantería. Yo prefiero limitarme a ofrecer al alumno las armas e información que le permitan encontrar su propia vía. Eso establece un diálogo permanente que, en cierto modo, puede incidir en mi propia búsqueda".

El pintor vive y trabaja en Valencia, desde hace cuatro años. ¿Ese nuevo contexto ha influido en su pintura? "Creo que no. Yo me siento visceralmente unido a una tradición pictórica andaluza. Pero el vivir fuera de mi tierra me ha permitido establecer una distancia que ayuda a la reflexión, y uno puede depurar así el sentimiento que le une a sus raíces".

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