¿Por qué llora la Virgen?
Si España es diferente, entonces Andalucía es españolísima, ya que su grado de diferenciación es mucho mayor. Digo esto por lo que se refiere a lo que estos días ha sido noticiable desde Andalucía: una imagen de la Virgen que lloraba sangre en Granada.A mí, como cristiano, no me importan que las imágenes de la Virgen aparezcan llorando, pero como andaluz procuro hacer una lectura de este fenómeno. Nosotros, tan escasos en el PNB económico, somos riquísimos en el producto regional imaginativo. Los andaluces vivimos de la imaginación, con la imaginación e incluso para la imaginación. ¿Esto es bueno o malo, nocivo o útil? No lo sé, pero la realidad es esta.
Pues bien, una imagen de la Virgen llorando sólo puede tener una lectura ortodoxa: la que se hace desde el pensamiento auténtico de María de Nazaret, tal como aparece en el capítulo I del evangelio de Lucas. Es el famoso cántico del Magnificat. Allí, María se alegra y seregocija de una serie de acontecimientos; por lo tanto, hemos de deducir que se entristecería y lloraría por los acontecimientos contrarios.
En efecto, María exulta porque Dios "dispersó a los arrogantes, mientras planificaban sus designios", porque "derribó a los podersos de los tronos y ensalzó a los humillados", porque "a los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió con las manos vacías". ¿Qué quiere esto decir? Muy sencillo: los "arrogantes que planificaban sus designios" eran los varones de la
Pasa a la página 12 Viene de la página 11 dinastía de David, que soñaban tener en sus venas la sangre que un día correría por las del mismo Mesías.
Pero, Dios burló la arrogancia machista haciendo de la mujer -de María- la verdadera y única protagonista en el nacimiento del Mesías., Los poderosos creían que sus tronos serían un día el asiento natural del Gran Personaje glorioso que haría de Israel el pueblo verdaderamente elegido, pero la realidad fue que un simple campesino de una aldea galilea trajo sobre sí -2.000 años por ahora- las miradas del mundo entero para bien y para mal.
Los ricos creían que sus posesiones eran inamovibles, y la historia ha demostrado la facilidad con que las riquezas pasan de mano en mano y de pueblo en pueblo.
Por eso, cuando los andaluces vemos o soñamos una Virgen llorando sabemos hacer la lectura correcta de su llanto. Es porque aquí, en esta Andalucía nuestra, todavía hay un grupo de reyes atornillados a sus tronos latifundistas o a sus empresas monopolistas y coloniales. Es porque aquí todavía el macho tiene un predominio y una preponderancia que no les van a la zaga a nuestros antepasados los emires y príncipes musulmanes con sus lujosos y ostentosos harenes. Y es, en definitiva, porque en esta ancha y fértil tierra los ricos están muy lejos de tener las manos vacías.
Lógicamente, la tierra de María Santísima, ante estas lágrimas virginales, se sentirá estimulada a luchar en seno por la dignidad de la mujer marginada, por la superación de las entronizaciones impuestas desde fuera y por la búsqueda de los medios más aptos para lograr que Dios, por fin, "acoja a Andalucía, su hija, acordándose de su misericordia".
Un escritor y científico agnóstico, como era Erich Fromm, escribió un delicioso librito -Y seréis como dioses- donde venía a decir que los que tenían la fe en el Dios de la Biblia tendrían por fuerza que ser estimulados hacia todo progreso y elevación.
Por eso no comprendo cómo un sector de "machos, entronizados y ricachones" puedan pensar que manipulando la superchería de una imagen de la Virgen que llora, Andalucía va a ser tan torpe que crea que sus lágrimas los benefician.
Las lágrimas de la Virgen, según su propio cántico, sólo benefician de verdad a los auténticamente humillados.
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