Informe sobre la Prensa española en la transición
La prensa española no acaba de encontrar su sitio tras la promulgación de la Constitución en 1978 debido, en gran parte, a la crisis de este sector que se muestra en la pérdida cuantitativa y cualitativa de audiencia y de credibilidad. Esta es la visión que reflejó sobre la situación española el abogado y presidente de la agencia Europa Press, José Mario Armero, en un informe que presentó ayer a la Asamblea General del IPI.Esta visión negativa está compensada, sin embargo, en el informe de Armero, en primer lugar "por el papel decisivo que jugaron los medios de comunicación en los sucesos del 23 de febrero, ya que estos medios representaron la solución de continuidad de los principios democráticos y mantuvieron la confianza del pueblo en las instituciones democráticas".
Para José Mario Armero es negativo también que la prensa española haya dedicado en estos últimos tres años "excesiva e inadecuada atención a los temas de política nacional, Gobierno, partidos, sindicatos, patronales y Fuerzas Armadas". "Este hecho hace a la prensa más vulnerable a la política".
El informe reconoce que los poderes públicos han ido declinando progresivamente su protagonismo y control del flujo informativo pero que lo hacen muy lentamente, como en el caso de desprenderse de la prensa estatal y de radios.
En el ámbito judicial el informe pone de manifiesto que la prensa ha postulado la inhibición del legislador en materias de prensa. "Esta desconfianza esta fundada en muchos hechos del pasado y algunos del presente". Entre estos hechos José Mario Armero cita sucesos protagonizados sobre las personas de Pedro J. Ramírez, Miguel Angel Aguilar, Xavier Vinader, Jorge Martínez Reverte o José María García. "No se pide impunidad para la prensa sino reconocimiento de la actividad informativa en el ámbito judicial".
El informe de José Mario Armero terminó con una llamada a la responsabilidad social y jurídica de la prensa para salir de la actual crisis de credibillad y recuperar la confianza del público.
El periodista iraní Amir Taheri expuso, en una de las intervenciones más claras, la situación de la prensa en su país a raíz de la implantación del régimen de Jomeini. "Desde hace tres años la prensa de Irán ha quedado reducida a poco más que a una actividad propagandística del régimen de los clérigos islámicos". Más de 3.000 publicaciones han sido cerradas, el 95% de periodistas iraníes han sido purgados, 700 periodistas han sido encarcelados y por lo menos veinte informadores han s ido asesinados o ejecutados. La única prensa que se mantiene en Irán es la clandestina.
La prensa en Suráfrica fue presentada por el periodista H. Tyson como "una actividad no libre, pero tampoco servil, aunque no debe perderse de vista que se encuentra en un Estado que está intentando preservar la dernocracia". En este país se han aplicado censuras a la prensa en lo que va de año por lo menos en seis ocasiones. "Aún así, los poderes fácticos se están haciendo más benignos".
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