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El PSOE pide mano dura contra la 'mafia' del sector

El grupo socialista pidió ayer al Gobierno mano dura contra la mafia o gang que se encuentra detrás de la proliferación reciente de las máquinas tragaperras. La intervención, protagonizada por el diputado Enrique Barón, se produjo en el marco del debate previo a la ratificación del decreto ley de 30 de abril que modifica el de 25 de febrero de 1977 que regula los aspectos penales, administrativos y fiscales de los juegos de suerte, envite o azar y apuestas. El decreto ley fue convalidado por 259 votos favorables, ninguno en contra y cinco abstenciones.El ministro de Hacienda, Jaime García Añoveros pidió la convalidación del decreto ley por razones fiscales, ya que se pretende ampliar la tasa de 6.000 pesetas anuales a 40.000, como consecuencia de proliferación experimentada por estas máquinas a finales de 1981 y principio del actual. Explicó que, como complemento del decreto ley, el Gobierno ha aprobado también un decreto, a propuesta del ministro del Interior, prohibiendo la utilización por menores de este tipo de máquinas.

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Por Coalición Democrática, Antonio Carro consideró que no es causa suficiente para el decreto ley el deseo gubernamental de incrementar la recaudación pública y añadió que el establecimiento de prestaciones públicas solo puede realizarse por ley, según la Constitución. García Añoveros contestó que existen seis precedentes de modificaciones tributarias por decreto ley y que le asombraba la intervención del portavoz de un grupo que habitualmente se queja del crecimiento exagerado del déficit público. El comunista Fernando Pérez Royo apoyó al Gobierno y estimó incluso demasiado baja la tasa de 40.000 pesetas, si bien se congratuló de los 8.000 millones de pesetas que supondrá para el fisco.

El socialista Enrique Barón negó que la cuestión deba tener sólo un tratamiento fiscal y se asombró por la extrañeza del Gobierno ante la proliferación de máquinas tragaperras, en lugar de haberse dedicado a la investigación de las organizaciones ilegales que las controlan. Preguntó cuál va a ser la línea política del Gobierno en relación con el juego y anticipó que el PSOE sigue siendo partidario de prohibirlo, excepto en establecimientos específicos. El ministro del Interior consideró que existen entre 300.000 y 400.000 máquinas incursas en el problema que aborda el decreto ley.

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