Jesús Torbado: "Como novelista prefiero la emoción al asombro"
El escritor presenta su obra 'La ballena'
"Como novelista -y como lector prefiero lo que me emociona a lo que me asombra, prefiero las novelas que se pegan a las paredes del corazón que las que se hacen ver en el microscopio de los doctores críticos", dice Jesús Torbado, que hoy presenta su última novela, La ballena, publicada por la editorial Planeta. "Por eso", sigue Jesús Torbado, "esta novela mía no está dirigida al análisis de los expertos, sino al y además, con la pretensión de que la lea, con la misma disposición de ánimo con que vería una película".
Jesús Torbado, uno de los novelistas jóvenes que han preferido sin estridencias la narración sobre todas las cosas, es autor ya de un buen montón de novelas, desde aquella primera Las corrupciones que le consagró, y tiene en su haber numerosos premios, Alfaguara y Planeta incluidos. En esta ha intentado, según él mismo, una novela de personajes. "En muchas novelas españolas los personajes son las oraciones subordinadas, o las figuras ocultas del diccionario de Casares. Los protagonistas son la lingüística o la semiología: yo creo que la novela tiene una cuna muy modesta y en mi caso, prefiero lo que dice Delibes: un hombre, una pasión, un paisaje. La ballena", dice Jesús Torbado, "responde un poco a esto. No quiere demostrar nada ni adoctrinar a nadie. Es la vida de unos hombres que se han automarginado de la sociedad para buscar la felicidad a su medida".
Sentimentalidad colectiva
La base del relato, dice, "es un fragmento de la vida de unos personajes, fragmento que se desarrolla a partir de la aparición de una ballena moribunda, en una playa levantina". Y como las ballenas están cargadas de literatura y de sentimentalidad colectiva -por ahí anda Moby Dick personalizando la naturaleza y la mitología finalmente urbana, y andan los chicos del Green Peace tratando de salvar ballenas, y las películas ecológicas, y un largo etcétera- dice: "A posteriori pienso que la identificación particular de la ballena con este trío de hombres automarginados consiste en que la ballena como especie se marginó también del mundo de los otros mamíferos, para encontrar en los mares un ambiente más amplio y más blando. De ahí que ellos, estos tres personajes, defiendan su cuerpo de los depredadores humanos que sólo piensan en su provecho".
Ansia del músico
En este sentido,"señala Jesús Torbado, "el ansia de un músico fracasado, que se redime o trata de redimirse traduciendo a música los cantos de las ballenas antes de morir. El traslado artístico de esa música animal a música humana le ayuda a escapar del escepticismo o mejor, del pasotismo, y la fraternidad que se establece entre el hombre y la ballena a través del arte se parece mucho a la que entablan esos automarginados que no creen demasiado ni en la sociedad contemporánea ni en el progreso. De ahí que en la novela se trate de manera algo sarcástica a ciertos personajes que detentan el poder, o parcelas de poder. Esos personajes que tratan todo el tiempo de demostrar que son más listos para justificar ese poder que tienen".Los personajes, el músico, un pope apóstata y un tabernero escocés gozan de un mundo, según su autor, "automarginal, parecido al de Las corrupciones o al de Moira estuvo aquí: personajes que han perdido algún género de fe en la sociedad como redentora del individuo, y que han buscado su propia manera de vivir en la soledad". Por otra parte, estos personajes están rodeados de animales: animales que funcionan como metáforas, y que permiten otro personaje más, un muchacho que representa una juventud "menos pasota de lo que cree la gente". En fin: que entre todos, y con un lenguaje que no renuncia a la poesía de la narración pura, trata de "dar una visión del mundo, siquiera sea parcial".
Babelia
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