The Belle Stars, un grupo diferente

¿Puede aplicarse el mismo criterio a un grupo de chicas que a uno de chicos y/o mixto? Esa cuestión volaba sobre el Rock Ola el pasado fin de semana, mientras The Belle Stars evolucionaba sobre el escenario. Y he de empezar diciendo que no, que todavía hay muchas razones para que un grupo todo mujeres sea algo diferente.Por lo pronto, la presencia bajo las luces de siete chicas de variable atractivo, es algo poco habitual y ello implica una visión distinta. Por otro lado, y mientras la Belle Stars hace un pop-soul-ska perfectamente asimilable al de grupos de chicos como Department-S o Madness, la gente se empeñaba en compararlas, casi unánimemente, con las Go-Gos, grupo de pop californiano con cuya música no tienen absolutamente nada que ver.

Interrogante morbosa

Es más, el concierto de Belle Stars estaba marcado por una interrogante algo morbosa: ¿sabrán tocar de verdad? Todo lo cual, y dependiendo de la ubicación ideológica del espectador/a se adorna de ribetes paternalistas, despreciativos o reivindicadores, muy poco habituales en un concierto de pop-rock.Pero haciendo abstracción de los valores sociológicos que representan, puede decirse que Belle Stars es un buen grupo. Impresión que no se llevarían quienes las vieron en la primera sesión, con un sonido catastrófico solucionado al día siguiente (sábado). Entonces pudo apreciarse que las saxofonistas, imbuidas de los Blue Flames, de James Brown, soplaban muy correctamente. Que la batería era especialmente sosa. Que las guitarristas (dos) sabían lo que se hacían, y que la bajista era francamente buena, con un punto funky maravilloso. Y que la cantante era mejor como vocalista que como animadora. Las canciones variaban en intensidad y en calidad, pero el resultado final poseía la suficiente brillantez como para que el público pidiera más y más de forma constante. O sea, un éxito y un precedente. El rock-pop no tiene porqué ser un predio de los muchos de la especie. Ya lo suponíamos antes, ahora lo vamos sabiendo.