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Reportaje:Nacimiento de los mitos del espectáculo

Tequila, a orillas del Manzanares

Tequila podría haber sido un grupo como otros cientos atracados a las orillas del Manzanares. Pero, no. Esto era que unos amigos porteños (Ariel Rot y Alejo Stivel) cambiaron unos humos por otros allende los mares. Venían con sus familias y eran jóvenes. Allí habían tocado y ensayado juntos "en habitaciones, bien ruinosas, viste". (Nota: todos los entrecomillados pertenecen a expresiones de Alejo.) Una vez en la capital, se encontraron con que había conciertos de rock. En lugares extraños, tal el Ateneo de Prosperidad, el colegio Maravillas, la discoteca argentina de San Blas, el colegio mayor Siao-Sin, la discoteca M & M y otros así de pintorescos.Al cabo de un poco (esto era en 1976-1977) decidieron ofrecer un puesto en su grupo ("Eramos dos y una sola guitarra") al bajista de la Spoonful Blues Band, uno de los grupos que entonces, actuaban junto a los Ñu, Asfalto, Indiana, Moon, Ramoncín y WC?, Cucharada, etcétera. Era Felipe, que ante tan opíparo ofrecimiento pasó ampliamente. Luego se arreglaron las cosas y aquí con Julián, Felipe y Manolo, tenemos a nuestro grupo que sale en revistas especializadas como Disco Express o Vibraciones y una casa discográfica (Zafiro) que les ve y lo ve claro. (Por cierto, Tequila viene de Chip Tequila tema de Johnny Winter, se lo puso Felipe.)

Iban a salir en un disco-recopilación con otros artistas de la casa, pero sus dos canciones, entre las que brillaba Necesito un trago, deslumbraron tanto a Zafiro que fue retirada de la recopilación y lanzada como sencillo aparte, con todos los honores y bendiciones. Tequila actuó en un programa especial de 1, 2, 3.... (Televisión siempre tan encantada con los cambalaches). ¡Junto a Iceberg y Miguel Ríos, que eran artistas establecidos! ¡Y en directo! Esta aparición coincidió con ese primer sencillo "que era lo que entonces se llamaba pop-rock. Queríamos hacer canciones cortas, que no se hacían. Canciones sin grandes mensajes surrealistas, directas en español y que fuesen rock. Total, unos 30.000 discos vendidos. No está mal para empezar. Necesito un trago salió el 27 de febrero de 1978.

Su primer elepé (Matricula de honor) salió con una portada horrenda y una grabación deficiente pero rebosante de rock directo y entretenido. Había de todo, Stones, Santana, ellos mismos y de él vendieron unas 40.000 copias. Nada mal para seguir. Y con el sencillo Rock and roll en la plaza del pueblo escalan las alturas de Los 40 principales. 'Yó lo único que sé es que Rafael Revert (jefe de música en la SER) se volcó con nosotros y nos apoyó desde el principio. Se lo agradecemos mucho".

Por unas u otras razones Tequila son ya unos triunfadores. Tanto es así que su representante El Pasteles (porque tenía una pastelería) debe dejar lugar a un famoso y europeo promotor de Barcelona llamado Gay. El es asimismo primero de, una larga y portentosa serie de descubridores de Tequila que al igual que los/las fans, comienzan a hacer acto de presencia. "Pero él no dominaba el circuito de galas habitual, y actuábamos en pocas ciudades cuando podíamos llegar a más. Así que cambiamos al actual, Manolo Sánchez". (Nota: conocido representante de Miguel Ríos, Coz y otras luminarias de la canción ligera).

El caso es que empiezan a actuar en serio, habiendo lanzado el 1 de octubre de 1979 su segundo elepé Rock and roll. La portada, perteneciente al recién llegado diseñador argentino Juan O'Gatti sigue siendo hoy una de las mejores del rock hispano. Ya lanzados, hacen más televisiones, salen en todas partes con aquello de Quiero besarte o Me vuelvo loco, pero sobre todo patean España en más de 120 actuaciones y... convencen.

A todo esto, parte de la crítica les ha retirado el saludo mientras les cae encima la Prensa del corazón haciéndoles preguntas que "unas veces contestas con chorradas y otras en serio. Según el humor. En todo caso ese es un público muy respetable que tiene unas expectativas distintas". Rock and roll vende,150.000 copias, que en España es una salvajada.

Por lo cual se disponen a grabar su tercer elepé. Pero esta vez van a Londres. Y, por supuesto, ganan dinero, pero son sólo moderadamente caros (unas 400.000 por gala).

Ya todo es posible, desde aparecer porque sí en la Cometa blanca toda una semana (para escándalo de pudorosos padres de familia), hasta grabar dos sencillos y un elepé para Japón.

Ya da un poco lo mismo que su último elepé Confidencial vaya a vender algo menos que los anteriores. Aún tienen cosas que hacer. Viajar a Asia por ver si triunfan Hacer una gran-gran actuación en Madrid, que no la ha habido, apoderarse de México o volar en dirigible.

Su historia no es demasiado excitante porque carece de morbo y acaba más o menos bien.

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