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La nueva Constitución china separa al Estado del partido comunista

Las autoridades chinas difundieron ayer el nuevo texto constitucional, que será sometido a debate público antes de su aprobación dentro de algunos meses, y cuya característica fundamental es el reforzamiento del Estado frente a las atribuciones del partido comunista y la abolición de cargos vitalicios, informa France Presse desde Pekín.

De esta forma se trata de eliminar la identificación existente en la actualidad entre Estado y partido. La nueva Constitución china, basada en la de 1954 -anterior al acaparamiento del poder por Mao Zedong-, restaura la jefatura del Estado, atribuye nuevas competencias legislativas al parlamento (Asamblea Nacional Popular) y establece un organismo rector del Ejército, la dirección de las fuerzas armadas.El nuevo jefe del Estado tendrá poderes más amplios que sus antecesores. Nombrará al primer ministro y en su mano estará la proclamación del estado de guerra o la ley marcial. Sin embargo, parte de ese poder queda restringido al despojarlo del mando de las fuerzas armadas, lo que hace suponer a determinados círculos occidentales de Pekín que el hombre fuerte del régimen, Deng Xiaoping, no sea nombrado presidente y pase a la dirección de las fuerzas armadas.

Una innovación importante es la limitación de tiempo en los cargos públicos, no concretada en los países colectivistas. Según el proyecto constitucional chino, los cargos públicos serán elegidos por cinco años y con la posibilidad de ser reelegidos solamente una vez más por el mismo período. Se trata de una antigua idea de Deng Xiaoping favorable a un rejuvenecimiento de los cuadros y contraria a su permanencia indefinida.

En la capital china se comenta que las nuevas atribuciones del jefe del Estado han creado los mayores problemas en los círculos dirigentes chinos y el consiguiente retraso en la redacción del texto constitucional, que lleva un fuerte componente antimaoísta con la abolición de las comunas populares (punto fuerte del programa de colectivización de Mao), siendo sustituidas por los denominados "burgos" (xiang en chino), en vigor hasta la política del Gran Salto Adelante, de finales de la década de los cincuenta, que significó el comienzo de las luchas internas por el poder en Pekín.

El mando supremo de las fuerzas armadas no corresponderá al jefe del Estado, sino al presidente de la dirección, de quien emanarán todas las directrices en materia de política militar, en tanto el ministro de Defensa será el encargado de aspectos ordinarios del funcionamiento, equipamiento, logística y reclutamiento en los ejércitos de China.

Poder legislativo

Asimismo, la Asamblea Nacional Popular y su comité permanente (una especie de presidencia parlamentaria) serán la máxima autoridad en materia legislativa del país. La Asamblea elegirá al jefe del Estado, al presidente de la dirección de las fuerzas armadas y designará al primer ministro para su aprobación por el presidente de la República.Entre las particularidades de la nueva Constitución, además de la. abolición del término "dictadura del proletariado" y su sustitución por el de "dictadura popular de,mocrática", la nueva ley fundamental de China abole el derecho de huelga, presente en las reformas constitucionales de 1975 y 1978, consideradas ahora como "indeseables". El secretario de la reforma, Hu Sheng, dijo que los obreros podrán expresar su descontento a través de las asambleas de fábricas, cuya estructuración está en estudio. Asimismo, la libertad de expresión por medio del dazibao (cartel mural) se articulará. con un nuevo enunciado de libertades de expresión, reunión y manifestación al modo de las democracias pluripartidistas.

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