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Mucho ambiente en la feria 'de farolillos'

Ayer empezó la Feria de Sevilla propiamente dicha, la que popularmente llaman "de farolillos", pero la taurina ya viene desde el sábado, y con mucho ambiente. La novedad de este año en la Maestranza es que se ha podido saborear el toreo bueno, surgido de la torería de Manolo Vázquez, de Antoñete, de Pepe Luis y de unas pinceladas de ese contradictorio e irrepetible diestro gitano que es Rafael de Paula.Hay en los tendidos una palpable predisposición por ese toreo bueno, y se subraya con murmullos cualquier lance estructurado con ortodoxa técnica e interpretado con inspiración. Para los trabajadores del toreo quedan la comprensión o la indiferencia. La afición sevillana no se les entrega así como así en cualquier momento.

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El talante de este público es amable para los toreros y permisivo para la presentación del ganado, a veces con exceso. Contrasta llamativamente con el de Madrid, cuya serenidad hace impensables las inhibiciones de ciertos espadas y las limitaciones de trapío en algunas reses que aquí se lidian estos días.

Aquí, ni se produce ni se acepta el desgarrado grito de denuncia. "El Lupas", ese popular aficionado del tendido siete de las Ventas, estuvo el sábado en la Maestranza y se dejó oir. Se levantó, presa de santa indignación, para vocear su enfado por la invalidez de un toro, y dejó perplejos a los sevillanos. Le decían: "Calma, hombre, que le puede dar un soponcio".

Lo que aquí se grite ha de tener gracia, y normalmente la tiene. En esa corrida del sábado, donde entre los tres diestros sumaban más de siglo y medio de edad, se oyó una voz en el tendido de sol: "¡Esta es la corrida del arte... del arterioescleroci!".

Distinción de clases

La distinción de clases sociales entre el sol y la sombra se acusa en la Maestranza más que en ninguna otra parte. Quizá porque la sombra está repleta de lo que llamamos "caras conocidas". Desde los duques de Alba abajo hay mucho señorío. Allí, todos los ganaderos de fama, varios de ellos con títulos. Allí la torería en pleno, y ases del mundo futbolístico también; el madridista Juanito, por ejemplo, acudió a la presentación de Antoñete. Allí los políticos y los intelectuales. Allí las gentes de arte y cante. Desde ayer muchos visten traje corto, zahones y botos, las mujeres de amazona, porque vienen directamente del Real de la Feria.

Media plaza es de Curro Romero y el ensueño de su arte les alienta. Si Curro triunfa, para qué decir. Y no les defrauda si, por uno de sus fracasos abandona la plaza bajo un aluvión de almohadillas. Siempre se oye a alguien que le señala con admiración: "¡Mirusté con qué elegansia se sabe ir mi Curro!".

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