Los mineros de Cala dispuestos a abandonar el encierro a la espera de los resultados de una entrevista con Calvo Sotelo
Representantes de la UGT de Cala (Huelva) anunciaron anoche que los mineros están dispuestos a abandonar su encierro en la mina y aguardar en unos talleres próximos el resultado de una entrevista de sus representantes con el presidente del Gobierno. La decisión se produjo tras las declaraciones que hizo ayer a Radio Nacional de España el presidente de la Junta de Extremadura, en el sentido de que Calvo Sotelo estaría dispuesto a recibir al presidente de la Junta y a representantes de los mineros, poniendo como condición el abandono de la mina. Por otra parte, la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos estudiará hoy los últimos acontecimientos en relación con el proyecto Presur. El secretario general del PSOE, Felipe González, informó ayer telefónicamente al presidente del Gobierno sobre el problema.
Los veintiséis mineros encerrados en la mina de Cala, informa Europa Press, celebraron ayer una reunión y comunicaron estar dispuestos a desalojar la galería para permitir así la celebración de la entrevista entre representantes de los mineros y el presidente del Gobierno, una vez desaparecido el elemento de presión del encierro bajo el cual el Gobierno no parece estar dispuesto a negociar. Los mineros esperarían en unos talleres próximos a la entrada de la galería el resultado de la negociación, tras la cual decidirían la actitud a seguir.Durante la mañana de ayer, los veintiséis mineros encerrados se mantenían firmes en su decisión de no salir mientras no se les ofrecieran garantías de que sus reivindicaciones iban a ser atendidas, aunque eran conscientes de que el Gobierno no firmaría ninguna inversión para la planta de pellets bajo presión. Por otra parte, el Consejo permanente de la Junta de Andalucía mostró ayer su solidaridad con los afectados por el conflicto Presur. Hoy está convocada una hora de paro general en Badajoz y dos horas de paro en la minería de Badajoz y Huelva.
Los juegos de cartas, dominó y dados vuelven a ocupar una parte del tiempo de los mineros encerrados en la mina de Cala desde hace un mes. El buen humor vuelve a sus caras tras el abandono de la huelga de hambre.
Luis Hermoso, miembro del comité de empresa de Minera del Andévalo, sabe que el plazo puede ser menor y no ignora que se prepara una rápida solución al conflicto, solución que pasa por el fin del encierro y el abandono de la galería. Es consciente de que el Gobierno no puede en pura práctica política firmar las inversiones de la planta de pellets con la presión de un encierro de veintiséis hombres.
Los mineros, por otra parte, están hartos de vivir en aquella cueva, de dormir vestidos, de acostarse a cualquier hora, de no rozar la piel de sus mujeres, de no poder ducharse, de sufrir dolores de cabeza, de perder el sentido del tiempo y de utilizar como servicio un túnel que confluye en la galería principal. Los encerrados, sin embargo, se mantienen firmes en su actitud de no abandonar la galería sin garantías de Concesión de sus reivindicaciones.
Fondo de resistencia
El alcalde de Cala, Jesús Donaire, del PSOE, tiene en la Casa del Pueblo una libreta azul de anillas de metal en la que apunta los donativos para la manutención de los encierros. Cada hoja está dividida en dos columnas. A la izquierda figura el nombre del donante; a la derecha la cantidad donada.Ayer, lunes, el total de dinero ingresado en las arcas del encierro ascendía a 1.286.738 pesetas. Los gastos justificados sumaban 315.000 pesetas. A esa cifra habrá que añadir la cuenta del teléfono de la Casa del Pueblo de Cala -el 106043 no tiene reposo en todo el día-, las cuentas de las tiendas de ultramarinos del pueblo la factura de las medicinas. Con el millón y pico de pesetas se mantienen desde hace un mes 364 personas repartidas en quince encierros. En Cala hay cinco encierros, uno en Arroyo Molinos de León, uno en Santa Olalla, uno en Real de la Jara, dos en Jerez de los Caballeros, tres en Fregenal, uno en Badajoz y uno en Plasencia.
Los niños encerrados en el Ayuntamiento de Cala se dirigirán hoy, a pie, a la mina, que dista unos seis kilómetros para ver a sus padres y hermanos, algunos de ellos encerrados desde hace un mes en la galería.
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