Gómez de Salazar presidirá la última etapa del juicio por el 23-F

El teniente general Gómez de Salazar presidirá provisionalmente el Consejo Supremo de Justicia Militar y la vista oral del juicio que se sigue por el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, a causa de la hospitalización del hasta ahora titular, teniente general Luis Alvarez Rodríguez, que ha sufrido un agravamiento de la úlcera de duodeno que padecía desde tiempo atrás. Gómez de Salazar le sustituye de forma automática, según establece el reglamento interno del Código de Justicia Militar, en virtud de su condición de teniente general más antiguo entre los que forman el tribunal.

La hospitalización del teniente general Alvarez Rodríguez se produjo como consecuencia de la úlcera duodenal evolutiva que padece, cuyo agravamiento le hizo sufrir una hemorragia en la noche del viernes al sábado y aconsejó su internamiento en el hospital Gómez Ulla, donde los médicos le han aconsejado que no reciba visitas. Su internamiento no ha supuesto ninguna sorpresa para sus compañeros del tribunal, que habían visto empeorar sensiblemente su estado de salud desde el comienzo del juicio, y lo achacan a la tensión que supone presidir un juicio de esta naturaleza durante tantos días. Alvarez Rodríguez había perdido más de diez kilos en los últimos meses.El sustituto, teniente general Gómez de Salazar, asumirá a partir del próximo martes la presidencia del tribunal en el juicio del 23-F, que entra ya en su fase final de conclusiones del fiscal y las defensas. Gómez de Salazar tiene tras de sí una brillante carrera profesional y ha hecho en diversas ocasiones votos de apoyo al Rey y a las instituciones democráticas. En su dilatada biografía figura el mando de las fuerzas militares de la provincia del Sahara cuando se produjo la marcha verde. Presidió el tribunal que juzgó a los miembros de la Unión Militar Democrática y abrió, en calidad de capitán general de Madrid, la investigación sobre la llamada operación Galaxia.

Por otra parte, los ocho capitanes firmantes del manifiesto de los cien que fueron destituidos y expedientados por sus posibles responsabilidades en el lanzamiento del documento, han sido trasladados a distintas unidades fuera de la 1 Región Militar. Entre estos ocho capitanes se encuentra un hijo del presidente de Fuerza Nueva, Blas Piñar.

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