El 'nabo del diablo'
Me llamo Mercedes Soriano y quisiera llamar la atención a través de su periódico a toda la gente que sale al campo para que tenga sumo cuidado con las distintas plantas y raíces que en él se crían, especialmente con la llamada nabo del diablo.Hace unos días en La Pedriza, confundiendo esta planta con los inofensivos berros, tuve la mala fortuna de comer tres de estos pequeños nabos y al instante caí en un profundo estado alucinógeno con mareos y náuseas, seguido de fuertes convulsiones y ataques de tipo epiléptico, de los cuales, por suerte, no fui consciente ni un sólo momento, ya que tras la primera sensación de mareo entré en ese estado de placidez inconsciente que algunas drogas proporcionan. Dos horas después ingresaba en las urgencias del Ramón y Cajal con paro cardiaco, y sólo tras vigorosos masajes al corazón pude recuperar mis constantes vitales. Fui trasladada entonces a la UVI médica, donde permanecí aún un día más sin recobrar la consciencia. Cuatro días después regresaba a casa casi totalmente recuperada: me hicieron un lavado de estómago y a base de diuréticos eliminé el veneno restante./
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