El ministro del Interior anuncia que se investigan responsabilidades sobre el atentado contra la Telefónica

El ministro del Interior, Juan José Rosón, explicó a la Cámara la situación actual de la lucha contra el terrorismo e insistió en que el Estado debe actuar en todo caso de acuerdo con las limitaciones que son consecuencia de sus creencias democráticas. En relación con las medidas preventivas de seguridad, calificó de insuficientes las adoptadas en Madrid y reconoció que puede haber alguna responsabilidad personal, que está siendo investigada, en el atentado al edificio de la Telefónica en Ríos Rosas.

En relación con este tema, Juan José Rosón aseguró que la instalación estaba considerada entre las que debían protegerse ante el Mundial de fútbol, pero teniendo en cuenta que disponía de sistema de alarma y de un servicio de vigilantes jurados, quedó aplazada su protección policial ante la necesidad de atender a otros posibles objetivos menos protegidos.Ante la petición de varios diputados sobre la necesidad de que el Gobierno hiciera mayores precisiones sobre el tema, Rosón señaló que en virtud de la existencia de tales sistemas de protección mecánicos electrónicos, el edificio de Ríos Rosas había pasado en el orden de prioridades a un tercer lugar. Sin embargo, el ministro del Interior reconoció que "puede haber existido alguna responsabilidad personal que está siendo investigada, tanto en niveles de la Compañía Telefónica Nacional de España, como en los propios servicios de seguridad del Estado".

Rosón añadió que, en principio, se produjo un incumplimiento de instrucciones por parte de la persona que tenía aquel día a su cargo los mecanismos de protección del edificio, con instrucciones de que lo se abrieran las puertas sin comprobar previamente la legitimidad de la visita. Agregó que "puede haber alguna responsabilidad adicional, que el Ministerio investiga, tanto en Telefónica como en los servicios de seguridad y que daría lugar a las consecuencias pertinentes".

"No caer en la trampa terrorista"

El ministro del Interior manifestó que la explicación del Gobierno ante la última escalada terrorista debe ser serena y objetiva, por trágicos que sean los hechos, "para no caer en la más grave trampa terrorista: deja,rnos intimidar y desconcertar por el terror".En esta línea, Juan José Rosón aseguró que frente a la traición, la cobardía, el chantaje y la presión utilizados por el terrorismo y muy especialmente por ETA, "el Estado justo y libre ha de actuar con las limitaciones que impone la creencia en unos valores humanitarios y civilizados que son el fundamento mismo de la convivencia colectiva, al servicio de los ideales de paz, justicia y progreso".

Asimismo, el ministro del Interior aseguró tajantemente que "no hay posibilidad de negociar con ETA", porque "no se negocia con la vida y con la libertad y no está en venta la unidad de España".

Consideró torpe la óptica según la cual los terroristas son los enemigos de determinadas personas o sectores. Por el contrario, afirmó, "todos somos sus enemigos: obreros y empresarios, dirigentes, profesionales, civiles o militares".

Respecto a los últimos atentados, Juan José Rosón informó que el recrudecimiento de las actividades de ETA había sido previsto desde el pasado mes de marzo y que los informes obtenidos indicaban que ETA actuaría contra algún objetivo militar y, en todo caso, contra miembros de los cuerpos de seguridad y sus instalaciones.

Como consecuencia de tales informaciones se puso en marcha una operación especial que supuso "durante parte del mes de marzo y abril la dedicación permanente a la misma de un número considerable de hombres e instrumentos". Asimismo se extremaron las medidas de seguridad en Valladolid y Zaragoza y se dio traslado de la información a la autoridad militar y a los gobernadores civiles a los efectos de la autoprotección.

A la vista de los atentados del último fin de semana, se estimó conveniente ampliar el número de los objetivos protegibles y se revisaron todos los planes de seguridad establecidos a nivel nacionaI. En relación con las últimas acciones terroristas, el ministro del Interior observó que no se han utilizado nuevas armas por parte de ETA; que las acciones, salvo el ataque a la Compañía Telefónica, no son más graves que otras anteriores, así como que los asesinos fracasaron por completo en Barcelona y dejaron abandonado su armamento en Pamplona. En todos los casos se puso de manifiesto -destacó el ministro del Interior- la capacidad de reacción de los cuerpos y fuerzas de la Seguridad del Estado.

El ministro del Interior dio cuenta de otras medidas adoptadas, resaltó la eficacia de la colaboración de las Fuerzas Armadas y no ocultó que el resultado final de la lucha contra el terrorismo puede demorarse en el tiempo. "Sin embargo, el Gobierno afronta el futuro próximo con tanta energía como serenidad, pues ETA está dañada en su infraestructura, la informacion policial es cada día mejor, los grupos políticos son más solidarios en esta guerra y la colaboración ciudadana está siendo considerable, mientras la banda terrorista cuenta con menor apoyo popular".