Versiones contradictorias sobre los disparos contra un coche-patrulla de la Policía Municipal
La primera dotación policial que acudió al lugar del atentado -un coche-patrulla de la Policía Municipal, con sirena y destellos luminosos fue objeto de un tiroteo cuyo origen no ha sido clarificado la versión de sus agentes es que, tras los disparos, un hombre de paisano se dirigió a ellos diciéndoles que no replicaran al fuego, porque eran policías; sin embargo, el ministerio del Interior descarta que hubiera disparos contra la policía municipal, y por el contrario sostiene la tesis de que el estallido de los componentes eléctricos de la central volada confundió a la patrulla, que se creyó atacada.
De acuerdo con el relato de la Policía Municipal, una dotación de este cuerpo fue tiroteada por varios miembros del Cuerpo Superior de Policía que, de paisano, prestaban vigilancia en los alrededores del edificio siniestrado. El parte redactado por la dotación del vehículo tiroteado señala que, al prestar declaración en la Jefatura Superior de Policía, les fue ratificada la identidad del paisano que, arma en mano, se identificaba como policía para que los municipales no repelieran la agresión de que eran objeto.De otra parte, a este periódico le consta, según testimonio escuchado al Jefe Superior de Policía de Madrid, García Gallego, que efectivos del Cuerpo Superior de Policía vigilaban el edificio de Telefónica en Ríos Rosas. Esta vigilancia formaba parte de la Operación Menta, dispuesta para estos días por la Seguridad del Estado ante la última escalada terrorista.
Medios policiales informaron que, para determinar la exacta identidad de los agresores de la Policía Municipal, en la tarde de ayer se procedía a buscar entre los escombros del edificio siniestrado -que fueron retirados de Ríos Rosas y llevados a un lugar no determinado- los casquillos de las balas disparadas contra el coche policial.
No obstante, la versión oficial del Ministerio del Interior sobre este incidente señala que ni siquiera hubo disparos. Según el portavoz de dicho departamento, tras las explosiones ocasionadas por la goma2 se registraron los estallidos de los componentes eléctricos de la central volada. Estas explosiones producen un ruido similar al de los tiros y ello habría confundido a la dotación de la Policía Municipal, que se habría creído víctima de una agresión inexistente.
Otra de las versiones señala que la presencia de una patrulla de la Policía Municipal en el lugar del atentado, inmediatamente después de registradas las explosiones, pudo haber impedido la huida de los terroristas, quienes, no obstante, al lanzar varias ráfagas de metralleta contra el vehículo policial, habrían abandonado el lugar a bordo de un automóvil de color azul oscuro, con matrícula de Barcelona, en cuyo cristal posterior podía leerse una leyenda que le identifica como perteneciente al servicio de Protección Civil.
"No tiréis, que somos policías"
De acuerdo con esta versión, mientras los cinco presuntos terroristas disparaban contra la dotación policial, que había descendido de su vehículo y a la orden del sargento que les mandaba se habían tirado al suelo para evitar ser alcanzados por los disparos, uno de ellos, un hombre joven, con una cazadora corta de color claro, empuñando su arma gritó a la dotación de la Policía Municipal: "No tiréis, no tiréis, que somos policías".En el parte que la Policía Municipal redactó sobre el incidente, según ha informado a este periódico su delegado, Rafael Vera, se señala este dato como justificante de la pasividad de la dotación policial agredida. Tras identificarse como policías -añade el parte- los cinco individuos subieron al citado vehículo, con matrícula de Barcelona, y abandonaron el lugar.
Según Rafael Vera -y ésta sería la otra versión sobre el confuso incidente- al dar cuenta los policías municipales del incidente en la Jefatura Superior de Policía -lo que también se consigna en el referido parte-, habían recibido garantías de que, en efecto, el individuo que gritaba "no disparéis, no disparéis, que somos policías", pertenece al Cuerpo Superior de Policía.
Los terroristas se habrían visto de alguna manera interceptados en su huida por el coche patrulla -el Z-3, exactamente- de la Policía Municipal que, con sirena y destellos luminosos, acudía urgente e inmediatamente de ser alertados por su emisora, dada su proximidad al lugar de los hechos. De acuerdo con esta versión, los terroristas, que en su primera reacción dispararon contra el vehículo policial, al ver que su dotación se parapetaba tras el mismo y podía repeler la agresión, se hicieron pasar nuevamente por miembros del Cuerpo Superior de Policía y, ante la pasividad de la patrulla municipal, abandonaron el lugar en el vehículo reseñado. A continuación llegaron otras dos patrullas municipales.
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