Arabia Saudí cancela un contrato con la Shell en represalia por su política de compras en Nigeria

La producción de petróleo saudí durante el mes de marzo ha sido inferior a siete millones diarios de barriles, en lugar de los 7,5 millones decididos por el Gobierno de Riad, según informa el semanario Midle East Economic Survey, ligado a los intereses saudíes. Por otro lado, Petromín, la compañía estatal saudí, ha decidido no prorrogar un contrato con la Shell para el sumistro de crudo a un país europeo, en represalia por la política de esta compañía respecto a Nigeria.

La fuerte baja de la producción saudí refleja el actual decaimiento del mercado mundial de crudo, aunque existen indicios de que las compañías del consorcio Aramco, junto a Petromín, han recibido órdenes precisas del Gobierno para limitar sus ventas y ajustarlas a la política gubernamental de apoyo a Nigeria, el país de la OPEP más afectado por el retraimiento del mercado de crudo.Por otro lado, el actual presidente de la OPEP, Mana Al Oteiba, declaró el pasado lunes que el comité cuatripartito de seguimiento del mercado, creado en la última conferencia extraordinaria del consorcio, no e reunirá el próximo día 20 en Viena, pese a los rumores que habían circulado al respecto.

La caída de la producción saudí ha sido mucho más acusada, según el semanario que se edita en Nicosia, en los últimos diez días del mes de marzo. De esta forma, el grupo Aramco intentaba ajustar sus ventas a la política decidida por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que, en su reunión extraordinaria del pasado día 20 en Viena, elaboró todo un programa de planificación de la oferta de crudo del consorcio con la vista puesta en provocar a mediados de año una paulatina reactivación de] mercado mundial.

Dos millones de barriles menos al día

Arabia Saudí había estado produciendo una media de 8.539.000 barriles diarios durante el mes de febrero. En el reparto de la cuota de ventas entre la OPEP, el primer productor del consorcio se había reservado un límite de 7,5 millones de barriles con el jeque Yamani, ministro de Petróleo, afirmando que la producción podría caer en 500.000 barriles adicionales si con ello conseguía doblegar la política de las grandes compañías de manipular el mercado por medio de la colocación masiva en el de una parte de sus altos stocks. Según la publicación especializada citada, la venta media saudí ha sido, en el total del mes de marzo, inferior a lo acordado por el consorcio y es previsible que sea aún más baja en los primeros días de abril. El ministro Yamani ha declarado, a este respecto, que está dispuesto a rebajar aún más la producción si de esta forma se hacen cumplir las decisiones de la OPEP para poner fin al retraimiento del mercado.Toda esta política de limitar al máximo las ventas tiene como objetivo primordial ayudar a los países del consorcio que se han visto más afectados por la caída de las ventas. Entre estos países hay que resaltar a Nigeria, cuyas ventas actuales apenas llegan a ser 500.000 barriles diarios, según medios petroleros internacionales. Nigeria, cuya producción habitual supera los 2,5 millones de barriles, necesita vender un mínimo de 1,7 millones de barriles de crudo diarios para equilibrar su balanza de pagos. La fuerte caída de la producción nigeriana está siendo provocada, según acusa Yamani, por la política de las grandes compañías de limitar sus compras en este país africano y presionar así para que rebaje su precio equiparándolo con el que cobran Gran Bretaña y Noruega por el crudo de¡ mar del Norte, de similar calidad. La actual diferencia en el precio, de unos cinco dólares por barril, convierte al crudo nigeriano en poco competitivo para las compañías, que prefieren no adquirirlo ante el riesgo de tener que venderlo por debajo de su precio.

Medidas contra la Shell

A este respecto, fuentes petroleras mundiales señalan que Arabia Saudí ha comenzado a cumplir sus amenazas contra aquellas compañías que, forzadas por el alto precio nigeriano, denunciaron sus contratos previos con el Gobierno de Lagos. En concreto, la compañía estatal de Arabia Saudí, Petromín, se ha negado a prorrogar un contrato con la Shell anglo-holandesa para el suministro de crudo a un país europeo, según informa el Midle East Economic Survey.De confirmarse esta noticia, la negativa saudí podría provocar una auténtica guerra entre compañías y países productores en el volátil mercado mundial de petróleo. En cualquier caso, los cuatro países productores de la OPEP que componen su comité de seguimiento del mercado, creado en la última reunión de Viena, están actualmente estudiando la situación del mercado, aunque es improbable que se reunan, tal como se había rumoreado, la próxima semana en la capital austriaca, según declaró el lunes el ministro de Petróleo de los Emiratos Arabes, Manaa Al Oteiba, actual presidente de la OPEP.

Según Oteiba, dicho comité no necesita reunirse formalmente para preparar el informe que, sobre el impacto en el mercado de las medidas decididas el pasado día 19 de marzo en Viena, tiene que presentar ante la próxima conferencia ordinaria del consorcio. Esta reunión esta convocada, desde el pasado diciembre, para el próximo 20 de mayo en Quito.