La policía impidió las concentraciones convocadas por las fuerzas radicales

La manifestación convocada por Herri Batasuna para las doce de mediodía en San Sebastián, en el día del Aberri Eguna, no pudo realizarse ante la presencia masiva de las fuerzas antidisturbios, que disolvieron todas y cada una de las concentraciones que a partir de esa hora y hasta las 14.30 se produjeron en las zonas céntricas de la ciudad. Lo mismo ocurrió con las convocatorias realizadas por las fuerzas abertzales en otras localidades del País Vasco.

La policía evitó el uso del material antidisturbios, siguiendo órdenes de sus mandos, presumiblemente, pero se empleó a fondo con los grupos de manifestantes que coreaban consignas de apoyo a los presos y a ETA Militar y cruzaban vehículos y diversos objetos a modo de barricadas. Seis personas, y entre ellas un concejal del EMK (Movimiento Comunista de Euskadi), partido que apoyaba la convocatoria, fueron detenidas y puestas a disposición judicial.Aplicando una táctica que dificultara la localización policial, y a la espera de poder sumarse a nuevos brotes de manifestación, los manifestantes permanecían mezclados con curiosos y paseantes que, al parecer, no renuncian ya en días de anunciados conflictos callejeros a desplazarse por sus lugares habituales, donde se sucedían las carreras, los golpes y los gritos, confundidos ocasionalmente con las sirenas de las ambulancias que atendieron a diversas personas contusionadas.

Se produjeron momentos de gran excitación cuando un grupo de manifestantes afirmó que una mujer había sido apaleada y posteriormente pisoteada, información que no ha podido ser confirmada posteriormente y que provocó algunas escenas de histeria. Varios policías sujetaron a un miembro de ese mismo cuerpo que pretendía cargar contra varias personas que protestaban por ese supuesto hecho.

La otra concentración anunciada igualmente por Herri Batasuna en Guipúzcoa congregó en Mondragón a unas quinientas personas, que consiguieron manifestarse por algunas calles de esa ciudad antes de ser disueltas. Una mujer de sesenta años fue asistida en un centro sanitario, sin que se le apreciaran lesiones de importancia.

Las fuerzas de la izquierda radical mantuvieron su convocatoria también en diversas localidades vizcaínas. La Policía Nacional disolvió a un grupo de seiscientas personas que se habían concentrado en la plaza de la localidad de Santurce a fin de participar en un mitin. En Ondárroa, alrededor de ochocientas personas se manifestaron profiriendo gritos de apoyo a ETA y a la independencia, sin que se produjeran incidentes.

En Vitoria alrededor de doscientas personas, encabezadas por los tres concejales independientes simpatizantes de la cualición Abertzale Herri Batasuna, desfilaron por las calles más céntricas. Media hora después de ser disueltos por la policía, los manifestantes volvieron a reagruparse profiriendo gritos contra las fuerzas de seguridad del Estado y en favor de la amnistía y la independencia de Euskadi.