Un excelente novillo de Garzón
Novillos de Juan Andrés Garzón, nobles.
Manolo Martín: aviso y ovación, aviso y ovación.
Arturo Blau Espadas: oreja: aviso y palmas.
Sánchez Marcos: vuelta; palmas.
Plaza de Barcelona. Inauguración de la temporada. 4 de abril.
En la magnífica novillada de Garzón hubo un ejemplar, el cuarto, que fue excelente para el torero y para el público, aunque siempre sea difícil contentar a ambos a la vez. Segundo y quinto estaban tocados por el dedo de la melancolía. A ese maravilloso cuarto novillo lo desaprovechó Manolo Martín, quien al que abrió la plaza le dio buenos naturales, aunque la faena, en conjunto, no dijo mucho.Blau Espadas cifra el éxito de su toreo en el estatismo, pero no supo doblarse con sus enemigos y torearles, o quizá ni tan siquiera puso empeño en ello. En términos generales, causó pobre Impresión.
Con aire campero, ayuno de arte, pero conociendo la técnica, Sánchez Marcos hizo lo más torero de la tarde. Maneja mejor la muleta que el capote, y en la faena al sexto se le atisbaron buenas maneras.
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