La diócesis de Barcelona espera alcanzar su autofinanciamiento en 1986

La diócesis de Barcelona alcanzará su pleno autofinanciamiento en 1986, según un programa de medidas puesto en práctica a partir de este año por los responsables de economía de la citada diócesis. El pleno autofinanciamiento supone prescindir de la ayuda directa que el Estado concede anualmente a la Iglesia española a través de la Conferencia Episcopal. Esta ayuda supone unos 9.000 millones de pesetas para el conjunto de la Iglesia española, de los que 224 millones irán en 1982 a la diócesis barcelonesa.El programa de la diócesis de Barcelona, expuesto ayer en conferencia de Prensa por el abogado Antoni Bascompte, delegado de economía de la diócesis, prevé que en 1986 los 2.807 millones de pesetas presupuestados sean aportados por los fieles mediante la gestión de las propias parroquias, la aportación familiar semanal y el fondo común diocesano, instrumento creado para la. redistribución del conjunto de aportaciones económicas que recibe la diócesis por diversos conceptos. Los cálculos de los responsables de economía de la diócesis señalan que la aportación familiar semanal supone unos 432 millones de pesetas. Esta cantidad es la resultante de que cada familia practicante aporte 214 pesetas semanales. El número de familias practicantes en la diócesis de Barcelona -cuatro millones de bautizados- es de 125.000. Si la aportación, en lugar de doscientas catorce pesetas, fuera de doscientas cincuenta -como en realidad se pretende-, la diócesis de Barcelona tendría capacidad para prestar ayuda a otras diócesis. El principal problema para alcanzar esta situación de autosuficiencia reside en el grado de asunción de este compromiso por parte de los propios fieles. La diócesis de Barcelona iniciará en breve una campaña para dar cuenta de su situación económica real, con el fin de hacer frente a la tendencia, bastante generalizada, de considerar a la Iglesia como una institución rica.

La diócesis de Barcelona cuenta con 455 parroquias, unas cincuenta entidades; diocesanas y novecientos curas. El sueldo que percibe un cura Con plena dedicación, es de 37.000 pesetas, que en 1982 se incrementará en un 12%.

La Conferencia Episcopal, reticente

El próximo mes de mayo, los obispos de las restantes siete diócesis catalanas decidirán iniciar también el proceso de autofinanciación según el modelo lanzado por los responsables de economía de la diócesis de Barcelona. Con ello, el conjunto de la Iglesia catalana pondrá en práctica el compromiso adquirido en 1979 entre la Santa Sede y el Estado español sobre la autofinanciación de las actividades de la Iglesia. Las medidas de los responsables de la Iglesia en Cataluña se llevarán a cabo al margen de la actuación concreta en este campo por parte de la Conferencia Episcopal, en cuyo seno existen aún serias reticencias sobre la oportunidad de iniciar el proceso de pleno autofinanciamiento. Las tendencias más favorables a poner en práctica este compromiso provienen de las diócesis perifericas, como Galicia, País Vasco y Andalucía -Cataluña también, por supuesto-, mientras que el resto de la diócesis, si bien admite la necesidad del proceso, consideraría prematuro el acelerarlo. El portavoz de las tendencias más reticentes a prescindir cuanto antes de la ayuda estatal directa. sería, según fuentes próximas a la Conferencia Episcopal, Bernardo Herráez, vicesecretario para asuntos económicos de la Conferencia.

Asignación tributaria

A partir de 1986, según el compromisofirmado entre España y la Santa Sede, el Estado puede prescindir de la ayuda directa y asignar sólo la cantidad que resulte de la asignación tributaria (porcentaje a fijar entre el Estado y la Iglesia y que el contribuyente deberá indicar en su declaración de impuestos si quiere que vaya a parar a la Iglesia). Los sectores reticentes a implantar ya la autofinanciación considerarían que el hipotético mantenimiento de UCD en el poder garantiza la asignación directa durante varias décadas.